Carlos Arturo Baños Lemoine.
Si en el 2024 la Cuarta “Transtornación” Mental vuelve a ganar la Presidencia de México, no será por mérito o virtud de este ineficiente y corrupto régimen populista-militarista, sino por los grandes errores que está cometiendo la oposición, especialmente la encabezada por la Coalición “Va por México” (PAN-PRI-PRD), que ahora se llama Frente Amplio por México dizque porque los partidos mencionados han sumado a la sociedad civil organizada.
De entrada, hay que decir que el Frente Amplio por México nació muerto. Ante la dictadura guinda, por supuesto que se precisa de un gran “frente político” que, como todo “frente político”, debe ser la estratégica convergencia de varias organizaciones políticas y sociales que están dispuestas a trabajar en torno a dos puntos: a) un enemigo en común y b) una agenda mínima pero bien definida y estructurada.
El Frente Amplio por México tiene un enemigo en común, sin duda alguna: la dictadura morenista. Empero, no cuenta con una agenda común y casi seguramente no la tendrá. Para colmo, ese Frente ha cometido muchos errores de muy difícil reparación.
El Frente puso a los bueyes detrás de la carreta, esto al comenzar el proceso de selección del candidato presidencial sin siquiera tener claro cuál es su proyecto de nación. Y este proceso lo inició porque no supo soportar la presión ejercida por el Tirano de Macuspana y por los medios de comunicación. “Se aventó como el Borras”, diría el clásico.
Torpemente, el Frente desperdició un tiempo magnífico para organizar diversos congresos regionales a fin de armar la Agenda 2024; mismos que hubieran servido para placear a todos los precandidatos, para estrechar alianzas, para calentar las plazas y para dejar que las “corcholatas” de López Obrador se rompieran el hocicio entre ellas. Pero no, el Frente se desesperó y actuó con torpeza, violando, además, los tiempos constitucionales.
Y ya estamos viendo las consecuencias de todo eso, mis amigos: con sus dichos y sus hechos, los aspirantes y los personajes del Frente comienzan a chocar entre ellos al emitir sus propuestas; y las contradicciones no paran.
Allí está Vicente Fox confiando en que Xóchitl Gálvez acabará con los programas sociales de AMLO, porque son programas que generan “huevones”, y Xóchitl Gálvez afirmando que los va a mantener. Allí está el PAN, que durante cinco años estuvo jode que jode con que los programas sociales de AMLO son clientelares y electoreros para, en reciente fecha, asumir la misma postura de Xóchitl Gálvez: esos programas se mantendrán.
Allí está Xóchitl Gálvez tragándose toda la agenda de la “ideología de género” cuando el PAN rechaza el aborto y muchos panistas de cepa rechazan el matrimonio homosexual, el “cambio de sexo”, las “infancias trans”, etc. Y esto es sólo la punta del iceberg.
Lo dicho, mis amigos: el Frente Amplio por México nació muerto.
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.