La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que las enfermedades crónicas podrían constituir el 86% de los decesos anuales para mediados de este siglo, subrayando el crecimiento constante de estos enfermedades no transmisibles que ya son responsables de casi el 75% de las defunciones anuales en todo el mundo.
La prevalencia cada vez mayor de estas afecciones y la urgencia de actuar para cumplir con las metas sanitarias propuestas en la Agenda 2030 hacen del escenario actual un asunto preocupante. Según el informe de la OMS, no se vislumbra una reversión de esta tendencia a menos que se tomen medidas efectivas e inmediatas, acompañadas de inversiones sustanciales.
La inquietante conexión entre la salud y el medioambiente
El cambio climático, y su ritmo acelerado de degradación medioambiental, desempeñan un papel pernicioso en esta situación, impactando directamente en la salud física y mental de las personas, especialmente en las más pobres y vulnerables.
Aunque se ha logrado reducir la exposición a diversos riesgos para la salud, como el consumo de tabaco y alcohol, la falta de agua potable y un saneamiento deficiente, el progreso no ha sido suficiente. La contaminación atmosférica persiste como un factor de riesgo omnipresente en numerosas localidades.
El golpe de la pandemia y la lucha por la equidad en salud
La crisis generada por la pandemia de la COVID-19 no sólo ha obstaculizado la consecución de los objetivos de desarrollo en materia de salud, sino que ha exacerbado las desigualdades en el acceso a servicios de atención médica de calidad, a una vacunación sistemática y a la protección financiera contra los costos sanitarios.
Se ha observado una interrupción global en los servicios de atención primaria de la salud, un retroceso en las tendencias positivas de lucha contra enfermedades como la tuberculosis, y una disminución en el número de personas que reciben tratamiento para afecciones tropicales desatendidas.
La equidad en salud ha quedado gravemente comprometida tanto entre países como dentro de ellos. Un caso emblemático ha sido el acceso a las vacunas contra la COVID-19, que ha sido especialmente limitado y tardío en poblaciones con niveles educativos más bajos que residen en países de ingresos bajos y medios, y en muchos casos, hasta la fecha, estos grupos no han tenido acceso a la inmunización.
El fantasma de la resistencia a los antimicrobianos
La pandemia de COVID-19 ha recordado al mundo que las enfermedades infecciosas pueden surgir o resurgir causando daño a todos. Además, enfermedades infecciosas que hoy están controladas pueden amenazar nuevamente debido a la resistencia a los antimicrobianos.
Desafíos para la cobertura sanitaria universal
El informe de la OMS apunta que la cobertura sanitaria universal se ha desacelerado en relación con los logros alcanzados en 2015. Además, las dificultades financieras derivadas de los costos de la atención médica.
UNAM Global