El Gobierno de México, a través de la secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, en el marco de la 111ª Conferencia Internacional del Trabajo, realizó el depósito del instrumento de ratificación del Protocolo de 2014 relativo al Convenio 29 Sobre Trabajo Forzoso, en la sede de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, Suiza.
Ante la presencia del director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, así como de la representante permanente de México ante los Organismos Internacionales con sede en Suiza, embajadora Francisca Méndez, la titular de la STPS realizó el depósito formal de este instrumento, lo que nos convierte en el país número 60 en ratificarlo.
Alcalde Luján destacó que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa en México, desde 2018, un paradigma laboral enfocado en la dignificación del trabajo y la salvaguarda de los derechos de los trabajadores, en un marco de cooperación y solidaridad internacional, donde la OIT ha sido referente y guía para buscar los pisos mínimos de derechos.
Estos principios, dijo, coinciden con la visión del organismo de que la paz laboral solo puede ser fruto de la justicia social, una que se centra en las personas, atiende su bienestar material y su desarrollo espiritual a partir de la dignificación del empleo, la seguridad económica y la igualdad de oportunidades.
Durante esta Administración, el Gobierno de México ha ratificado los convenios 98 sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva; el 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos; y el 190 sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Además, expuso la titular de la STPS, se avanza en el proceso de ratificación del convenio 187 sobre la salud y la seguridad y en el trabajo, y el 176 en materia de seguridad en las minas.
El convenio 29 fue ratificado por México desde 1934, pero se estableció un nuevo marco normativo con el Protocolo 2014 para combatir este flagelo desde una perspectiva contemporánea, en un entorno de globalización, integración económica y migración, privilegiando el diálogo social y la cooperación internacional para su erradicación.
Con este acto, subrayó la secretaria Luisa María Alcalde, el Gobierno de México asume de manera formal su cumplimiento e incorpora este instrumento al cuerpo de normas internacionales ratificadas por México, en aras de proteger los derechos laborales de las y los trabajadores en nuestro país.
El Protocolo ayudará a fortalecer las medidas de prevención y protección necesarias para lograr la supresión del trabajo forzoso, y prueba de ello es la implementación del mecanismo para restringir la importación de mercancías producidas con trabajo forzoso u obligatorio, que ponen a México a la vanguardia en la aplicación y respeto de los derechos fundamentales en el trabajo.
