Raúl Flores Martínez.
Hasta cuándo las autoridades de los tres niveles de gobierno, entenderán que las series de televisión que alaban al crimen organizado o los videojuegos con mucha violencia aunados a los problemas dentro del seno familiar, están afectando a los jóvenes en la actualidad.
Recientemente nos enteramos que un niño de 12 años, tras discutir con su profesor de matemáticas, sacó un arma de fuego y comenzó a disparar, hiriendo a un conserje, estos episodios de violencia son cada vez más frecuentes en México, sin que ninguna autoridad diga algo.
Recuerda el caso de la niña, también de secundaria que falleció tras ser agredida con una piedra en una pelea por una compañera en el municipio de Teotihuacán; es lo mismo, los mismos padrones de violencia.
Un dato que llama la atención, es el Registros de lesiones 2019-2021 de la Secretaría de Salud, que señala que, en 2021, 61 personas de entre 1 y 17 años fueron atendidas en hospitales del país por violencia física en escuelas, 42.6 por ciento de las víctimas eran mujeres y 57.4 Por ciento hombres.
Por otro lado, tres cuartas partes de las víctimas eran adolescentes de entre 12 y 17 años que es el 77 por ciento, mientras una de cada cinco tenía entre 6 y 11 años, el 18 por ciento y una de cada 20 eran niñas y niños de 1 a 5 años conforman el 4.9 por ciento.
Las entidades con mayores registros de violencia escolar fueron Hidalgo con 17 casos, Estado de México con 7, seguidos por la Ciudad de México con 6 casos.
Ahí están las estadísticas, se tienen los estados donde se incrementa el nivel de violencia entre menores de edad; sin embargo, hasta el momento ningún gobierno de los tres niveles, han puesto en marcha un programa para evitar la violencia o la introducción de armas a la escuela.
En algunas ocasiones la estupidez de los Derechos Humanos, qué evitan que las mochilas de los niños estudiantes sean revisadas, son el pretexto perfecto para que puedan introducir armas o drogas a los salones de escuelas y puedan iniciar el comercio del narcomenudeo o el delito de la extorsión y homicidio.
Algunas organizaciones no gubernamentales, cómo Reinserta se han pronunciado al respecto, al insistir en la urgencia que tiene México por dejar de normalizar la violencia, estas conductas violentas de ninguna manera son normales y bajo ningún motivo debemos acostumbrarnos a ellas.
El gobierno de México necesita apostar por políticas públicas y acciones que vayan encaminadas a la prevención de la violencia y a la prevención de los delitos, de lo contrario en los próximos años, tendremos una generación de sicarios, como ocurrió en Ciudad Juárez en los últimos años.