Jorge Miguel Ramírez Pérez.
No se trata de aceptar nombres solamente porque son favoritos de un autócrata, ni tampoco porque algunos supongan con base en la conveniencia de supuestas élites, sean partidistas o empresariales; que merezcan figurar en el papel de opositores, quienes, por cierto, la mayoría de los mencionados, no han demostrado enarbolar compromisos con un electorado hambriento de ser representado.
En tanto son figuras públicas los que desesperadamente quieren ceñirse la banda tricolor en el pecho, deberían tener características excepcionales para cubrir un puesto, que a todos los que lo han ocupado, les ha quedado enorme; por no decir que si el factor racional de los mexicanos, se hubiera expresado con tiempo, nada tenían que hacer en ese cargo.
Pero como los hubieras no existen, nuevamente tenemos ya tarde, antes de que se cierre la apuesta, el mismo escenario de siempre, y hay que plantearse que a pesar de que ya se están barajeados los nombres, producto de las manipulaciones de los intereses, todavía existe como posibilidad, que los mexicanos hagamos el esfuerzo esencial de pensar un poco, usar el cerebro para conectar las neuronas, que claramente nos advierten con evidencias, que los que nos presentan, son personas de carne y hueso como tu y yo, por lo que no se debe idealizar lo que no es así… elemental, mi querido Watson.
Porque si estamos esperando que caiga un ángel del cielo, evidentemente tendremos eso, ángeles caídos, como éste, que se asemeja al gadareno, quien representa una legión de esos seres infernales. Es buenísimo para engañar.
Hay que recordar brevemente, que en las imposiciones ha habido de todo: perversos como Luis Echeverría, acomplejados como Díaz Ordaz, timoratos como Miguel de la Madrid, improvisados como Ernesto Zedillo y Vicente Fox; testarudos como Calderón; gandallas como el triunvirato de los Salinas, Raúl, Carlos y Don Rauleone; y por supuesto Peña Nieto, con todo el elenco de simuladores profesionales, desde sus parejas, actrices y modelos; hasta sus funcionarios; y para acabarla de amolar, éste, que se las ganó a todos, en maldad e ineficiencia.
Así que, hay que dejar de creer en cuentos fantasiosos, hay que ver mejor quienes ya han dado resultados y quienes, ni incluirlos, porque van a fastidiar a toda la raza de arriba abajo, con sus antecedentes de ignorancia y resentimientos almacenados.
Porque la señora Sheibaum no puede ni con el Metro, no sabe ni por donde empezar, ni sabrá y anda dando consejo a gobernadores improvisados, iguales a ella, de políticas exitosas. ¡No mamut!
O que me dicen, amigos lectores, de la antipatía que desbordó en un juego de béisbol, Adán López, que ya le saltó las trancas a su jefe; y como gran oferta política, -se le secó el seso- dice, que sus mañaneras serán más cortas, claramente reconociendo que el papel de merolico apenas lo cubre.
El caso de Ebrard, es harina de otro costal, ya dejó claro que va o va.
Y los que saben de esto ya ven a la exfavorita mermada, ahora se aferra a acabar el sexenio en el puesto que nunca entendió, y que era para hacerle de tapadera a los Rioboo y a los dueños fácticos, como ahora se les dice a los caciques, en este caso, de la capital seca del país.
El sindicato de gobernadores que traía Claudia, está a la deriva, era un esquema de presión viejo, fue la última jugada, que, por encargo, Ricardo Monreal, le taponeó a la Sheibaum. Ahora el bloque de mandatarios estatales morenistas, coordinados por Sonora, que formaban, para avanzar en cuña, buscarán el reemplazo, en todo caso, para Alfonso Durazo…
Entonces, si Marcelo Ebrard, es el gallo del gobierno, como lo dijo Obrador en ese retrato hablado de la mañanera del día 15 de mayo, donde adelantó que su sucesor: tal vez, era ideológicamente mas de centro, con menos polarización; la pregunta obligada sería ¿porqué quiere Obrador asestar un golpe de estado, un mes antes de terminar el sexenio, cambiándonos a los mexicanos nuestra esencia colectiva, porque es eso, una Constitución Política?
Peor jugada que la que le hizo López Portillo a Miguel de la Madrid, al expropiar la banca y tirar las finanzas mexicanas a la basura. Así se vengó de que le impusieron un candidato que no estaba en sus planes. ¡Aguas!
Y claro que Ebrard no sabe por donde le va a saltar la liebre, de parte de sus competidores internos sin trayectoria, que son: una grilla entre los porros de la UNAM, y un grillo aldeano para bananizar México; y sin contar un patiño como es Ricardo Monreal, que perdería el gobierno capitalino.
¿Y si Ebrard es el enemigo a vencer? ¿a quienes le puedes oponer?
Tienen que ser gallos, que demuestren algo fuerte, algo ya probado, para ser cabezas o para integrar un gabinete excepcional, un Team del Ensueño, un equipazo que sea creíble para recuperar México de la pesadilla; por ejemplo: Lily Téllez, quien, para mí, tiene probado que, si llega, les espera la cárcel a los transgresores del gobierno actual, entre ellos al parlanchín de Palacio. Un José Ángel Gurría del que me queda claro, que es un activo valioso, que concibe perfectamente bien, el papel estratégico de México en la Economía-Mundo, algo que muy pocos entienden.
Está Mauricio Vila que en términos de seguridad ya demostró tener más tablas que una marimba, conteniendo al crimen. Silvano Aureoles tiene experiencia probada en el gobierno y en el poder legislativo, es experto en el tema del campo tan huérfano de una política agrícola como se encuentra hoy. Está Juan Carlos Romero Hicks, ya ha gobernado y en el tema de Educación, tiene mucha experiencia. Esos son el tipo de gente que ya se sabe mas o menos, que pueden hacer, no son una apuesta a lo loco, como quisieran los especuladores, claro que en las encuestas hay otros, pero el voto racional hoy tiene una oportunidad dorada, a ver si los ciudadanos responden con gente talentosa, más que con émulos de estrellas de rock que nunca brillan.