Rubén Cortés.
Los filmes se recuerdan por el final. El de Córdova y Murayama es de mártires del INE. Pero le dieron el registro al Morena del actual presidente, aun con su montaña de irregularidades; y se lo negaron al México Libre de Calderón, por puras minucias leguleyas.
Hay que escribirlo porque, en la autocracia que vive México (y empieza a aterrar a sus facilitadores) comienza a estar de moda lo que Carlos Matienzo escribe sobre Volpi y Genaro Lozano: “Yo no me equivoco, me engañaron”.
Y porque, al INE de Guadalupe Taddei, ya llegó la solicitud de la Iglesia de la Luz del Mundo para conformarse como un nuevo partido político. Y, por supuesto, al INE de Guadalupe Taddei le dará el registro como nuevo partido político.
Aunque, bueno, el INE de Córdova y Murayama dio el registro, con montañas de irregularidades, al Partido Encuentro Solidario (PES), una agrupación evangélica, a la que el actual presidente encargó la Constitución Moral para “enfrentar la codicia y el odio”.
Al dueño del PES, Hugo Eric Flores Cervantes, lo colocó de súper delegado en Morelos, donde como mentor político del gobernador Cuauhtémoc Blanco, incrementó más de cinco veces su patrimonio inmobiliario y manejó 29 mil 628 millones de pesos.
El partido de la Iglesia de La Luz del Mundo se llama Humanismo Mexicano. La Luz del Mundo es la iglesia de Naasón Joaquín García, quien enfrenta condena de 16 años de cárcel en Estados Unidos, por abuso sexual de menores.
Pero el dueño de Humanismo Mexicano es Emmanuel Reyes, quien es consejero nacional de Morena. El 16 de mayo del 2019, el actual gobierno le dio el Palacio de Bellas Artes a Naasón Joaquín García, para que festejara su cumpleaños 50.
Córdova y Murayama tuvieron el PES; Taddei tendrá el Humanismo Mexicano. El PES aportó nada a México, tampoco lo hará Humanismo Mexicano. PES no pagó impuestos por 57 millones (solicitud de información al INE 2236000025017) y recibió más de 606 millones.
En cambio, el INE de Córdova y Murayama negó el registro a México Libre, creado por Felipe Calderón, odiado adversario del presidente: lo hizo de última hora, tras haber avalado todos los pasos legales.
Mataron a la única organización opositora al presidente que buscaba ser partido político; mientras revivieron al PES con nuevo nombre, Encuentro Solidario… hasta las mismas siglas, y el mismo propietario: un granuja vividor del erario.
Tras eliminar a México Libre del juego político electoral, el mensaje público del presidente a Córdova y Murayama, como los líderes más visibles del INE, fue durísimo: “Si le otorgaban el registro, se acababa el INE”.
Con ese mensaje, cualquiera hubiera matado a México Libre. No es para menos.
Autocracia, pues.