Raúl Flores Martínez.
Quiénes hemos escuchado el llanto amargo de una madre, qué busca desesperadamente a su hijo que por extraña razón desapareció, entendemos que no hay amenaza que la detenga, no hay amenaza que le generé miedo, porqué ya perdió todo motivo para seguir viviendo.
No es un secreto que México es una fosa gigante de personas desaparecidas, una gran fosa donde los ausentes nunca volverán a casa. Madres que dejan sus vidas en predios, canales de aguas negras, basureros y servicios médicos forenses.
También sabemos que este gobierno de la Cuatro Transformación, desde el principio se hizo enemigo de los diversos colectivos de madres buscadoras, activistas y todo lo que huela a movilizaciones sociales.
Quiénes hemos estado con esas madres buscadoras en los terrenos baldíos, verlas llenas de lodo al meterse a las aguas negras y removerlas con la esperanza de encontrar los restos de su ser amado, quienes hemos escrito sobre notas de desaparecidos, sabemos del dolor que llevan esas madres buscadoras.
Ayer desgraciadamente en la comunidad de San Miguel Octopan en Celaya, Guanajuato, Teresa Magueyal madre de José Luis Apaseo Magueyal, quien desapareció en la misma comunidad de San Miguel Octopan desde el 6 de abril del año 2020, fue asesinada a plena luz del día por dos sicarios.
Teresa Magueyal circulaba en su bicicleta cerca del jardín de niños de la localidad cuando fue sorprendida por hombres armados a bordo de una motocicleta, los cuales le dispararon a quemarropa, dejándola sin vida en el sitio.
No es un secreto que Guanajuato es la entidad más mortífera del continente para las buscadoras. De acuerdo con la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, se han documentado por lo menos seis asesinatos del 2020 a la fecha.
Rosario Zavala Aguilar en octubre de 2020 y su hijo Ulises Cardona Aguilar en julio de 2022, en León; Francisco Javier Barajas Piña, en mayo de 2021 en Salvatierra; un buscador cuya identidad es reservada, en Pénjamo, en julio de 2021, y María Carmela Vázquez, asesinada en noviembre de 2022: ahora le tocó a Teresa Magueyal.
Cuál es el motivo para que los sicarios le arrebaten la vida a estás madres, qué lo único que buscan es encontrar a su ser amado, en ocasiones ya cómo sea con la finalidad de darle un lugar para llorarle.
Una madre buscadora ha muerto a manos de los sicarios, sicarios que quedaron libres bajo el amparo de la impunidad; una madre que ahora ya se encuentra con su hijo que estaba buscando en todo Guanajuato.
Hoy Teresa Magueyal ya se encuentra con su hijo José Luis, que por tres años, lo busco en cada centímetro de la comunidad San Miguel Octopan; sin importarle que los sicarios la amenazaron, ayer la amenaza se cumplió, hoy madre e hijo están juntos otra vez.
