Raúl Flores Martínez.
¿Cómo está la seguridad en la ciudad de México? Bueno, depende de la perspectiva de las personas que vivimos en la capital más grande del país, y lo digo de la siguiente manera.
Para la Jefa de Gobierno que sale a diversos estados del país, dejando a un lado los problemas de la ciudad que la eligió, la seguridad es más que buena, al igual que para el Secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch. Saben por qué es buena la seguridad, sencillo con todos los guardaespaldas que los cuidan, quien se atreve a robarlos en la calle.
Dos casos que llaman la atención en menos de una semana. El pasado 17 de abril sicarios en motocicleta entraron al comercio conocido como Las Tortas Gigantes de la Sur 12, donde dispararon contra cuatro personas. El saldo fue dos muertos y dos heridos.
Tres días después en Plaza Carso, otro ejecutado frente a familias que se encontraban en el Starbucks de esa plaza comercial, una plaza de plusvalía elevada que generó pánico entre los asistentes.
El ejecutado era un integrante de la organización criminal de Los Arellano Félix, quien tenía 42 años de edad y contaba con una orden de aprehensión en Oklahoma, Estados Unidos, por tráfico de drogas.
Además, registraba flujos migratorios frecuentes a Panamá, Cali, Colombia, y San Diego, California, Estados Unidos; es decir, estaba en el negocio del trasiego de droga.
Dos hechos que se dieron en lugares, comunes donde familias enteras acuden a comer o plática entre amigos, dos lugares que lo único que denota, es que ya no se está seguro en la capital del país que fue alcanzada por el crimen organizado y por sus sicarios.
Con estos hechos, la seguridad se vive de distinta manera en la capital del país, una ciudad con todo un sistema de videovigilancia que aún no se adelanta a los sicarios que ejecutan a diestra y siniestra a plena luz del día o lugares concurridos, sin miedo a la autoridad.
Qué pasaría si le quitamos la seguridad a la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y a Omar García Harfuch y los dejamos que se muevan por sus medios en la ciudad de México, que vaya en transporte público y que coman en lugares populares, quizá les entre ese miedo que todos tenemos al estar en las calles.
Ese miedo de no saber, quién está sentado a un lado de uno, no saber si los motociclistas o el cliente que va entrando, es un sicario que matara a quien está a un lado o detrás de nosotros, esa es la percepción que se tiene en este momento entre los capitalinos; sin embargo, quienes dicen que la seguridad ha mejorado, no lo saben, debido a que personal armado los cuida, ventaja que no tenemos los miles de ciudadanos.
