Francisco Garfias.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, no pudo hablar frente al pleno de la Cámara de Diputados. Su mensaje no fue escuchado por ninguno de los diputados de la mayoría oficialista.
Ni siquiera permitieron que la transmisión se hiciera en el Salón de Plenos. Tuvieron que habilitar el Salón Verde —donde sesiona la Comisión Permanente— para escucharlo.
El petista Gerardo Fernández Noroña hasta berrinche hizo. Abandonó la reunión de la Jucopo en protesta por el enlace con el mandatario de Ucrania.
Fuentes de Movimiento Ciudadano aseguran que amenazó, incluso, con meterse “por la puerta de atrás” al Salón Verde durante el evento. No lo hizo.
Lo que sí hizo fue pedir la destitución de Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, por “pronunciarse” a favor de Ucrania, a nombre del Estado mexicano.
Lo descrito no le bastó a la mayoría oficialista. Distribuyeron un comunicado a nombre de la Jucopo, órgano de gobierno en San Lázaro, para manifestar que lo que se diga en el Foro México-Ucrania no representa la postura del gobierno. Así la izquierda dizque “progresista” de México: del lado de la superpotencia que invadió a sangre y fuego un país soberano, al que no han podido doblegar en más de un año a pesar de su poderío militar.
* Zelenski apareció a las 12:30 PM en las tres pequeñas pantallas colocadas en el Salón Verde. Una en cada lado de la tribuna y otra frente a la tribuna. Vestía todo de negro, símbolo del luto. Casi al inicio de su mensaje de paz hizo un par de preguntas al “pueblo de México”:
“¿Acaso no estamos unidos por el sueño, por la seguridad, por la tranquilidad en las calles de nuestras ciudades?
La ausencia de Morena y sus rémoras daba respuesta a esta última pregunta del ucraniano.
El presidente de Ucrania ocupó parte de su intervención a narrar las atrocidades de los rusos en su país y a subrayar que “el mal tiene que perder”.
Ya en la parte final invitó a la audiencia —fundamentalmente diputados de MC y de la alianza Va por México— a mostrar su liderazgo en América Latina promoviendo el plan de Paz de Ucrania.
* Es una obviedad que el presidente López Obrador no tiene ni idea de la división de Poderes y, si la tiene, no la respeta. Ayer dio a conocer en la mañanera su lista de “traidores”.
La integran los senadores Lilly Téllez y Germán Martínez, este último exdirector del IMSS. Pero también los ministros de la SCJN, Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara.
Los senadores abandonaron la bancada de Morena por no estar de acuerdo con las acciones de gobierno de López Obrador.
Los dos ministros votaron en contra de que la Guardia Nacional sea controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional. Es decir, votaron en congruencia con la Constitución que juraron hacer respetar.
A los que vociferan les sugiero que se tomen la molestia de leer el artículo 21 de la Carta Magna. Hasta un alumno de primaria lo entiende: “Las instituciones de seguridad pública serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.
* Le preguntamos a Lilly Téllez su opinión sobre el calificativo de “traidora” que le endilgó el Presidente. Además de manifestar su intención de ir a la mañanera “para exhibir sus mentiras”, dijo que no le debe nada al Presidente. “Él me debe las promesas incumplidas”, destacó.
Pero antes señaló que López Obrador no fue al Senado a la entrega de la medalla Belisario Domínguez a Elenita Poniatowska por “cobarde”. “Él es el gran traidor, el Presidente de los escándalos. Ayer defendió los lujos, con cargo al erario, del secretario de la Defensa. Tiene parado al Inai para ocultar el enriquecimiento de su hijo, de secretarios, gobernadores y cuates”, replicó.
Germán Martínez también le respondió en una entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula:
“A lo mejor le fallé a usted, Presidente, pero usted le falló a los pobres de México y usted me falló a mí al militarizar este país… Usted le falló a sus propias palabras”.
* El tema del Inai llegó ya a la ONU. La Oficina en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos envió una carta al Senado para pedir, respetuosamente, que se culmine el proceso de designación de los tres comisionados que le faltan al instituto.
“La ONU-DH destaca el rol que desempeña este órgano autónomo en la protección y garantía de dos derechos humanos que son fundamentales para la construcción de sociedades democráticas, abiertas y transparentes: el acceso a la información y la protección de datos personales”, señala la misiva.