Raúl Flores Martínez.
Bien dicen que la estupidez se pega, se copia o simplemente ya se trae en el ADN, prueba de ello son los integrantes de la denominada 4T, quienes a todo lo que huele a pasado, lo quieren destruir porqué no es producto de su “creativa” imaginación.
Resulta que todos aquellos que piden la designación y el trabajo del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, son unos simuladores, además de que este Instituto es un lastre burocrático.
Es claro que el secretario de Gobernación Adán Augusto López, mala copia de López Obrador, no se han dado cuenta que la misma forma, actitudes de borracho de cantina bravucón que tiene, son casi parecidas, señala que todos aquellos que buscan las cuentas claras de la actual administración son unos “simuladores”.
Queda más que claro que a esta 4T, lo que menos le interesa es transparentar las tranzas que hace día con día en todos los rubros de la administración morenista; pruebas hay muchas y muy sencillas de dar. El hecho de que mande resguardar los contratos y todo lo que tenga que ver con el Aeropuerto Felipe Ángeles, Tren Maya entre otras obras; según Seguridad Nacional.
Es lo mismo que hizo López Obrador con los segundos pisos cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, resguardar por más de 20 años la información, todo con la finalidad de evitar que salieran a relucir las transas y los pagos elevados en material de baja calidad.
Esa es la transparencia que tiene esta administración morenista que se está llenando de billetes la bolsa y la de sus familiares, bajo la figura de ser honestos y de pobreza Franciscana, bajo la simulación de ser buenos y nobles.
Un ejemplo de la simulación de esta 4T, son los viajes del General Luis Cresencio Sandoval, y todo el derroche que hace con sus familiares y amigos, derroche que paga cada uno de los mexicanos que pagan sus impuestos, al igual que todos aquellos programas sociales que da el mesías tabasqueño.
Dónde queda la famosa transparencia y honestidad del Presidente López Obrador, esa que pregona diariamente en su mañanera, en esa donde señala que no se necesita más para que el pueblo bueno esté informado.
Hasta el momento, bueno ayer no este día, escuche a López Obrador ser transparente con los viajes del General Luis Cresencio sobre sus gastos de él, y toda su familia; además de amigos que se sirven a manos llenas de los recursos del erario público y del servicio de 10 militares que entraron al Ejército Mexicano para otra cosa, menos para ser los criados del mando militar.
No hay, ni habrá transparencia de la Austeridad Republicana que ejerce, estos funcionarios y Presidente de la llamada Cuarta Transformación, una transformación llena de hipocresía de todos los que están dentro de esta circulo de poder y dinero.