Rubén Cortés.
El presidente de los abrazos y no balazos, está a unos días de que su gobierno bata todos los récords de homicidios en el país, desde el sexenio de Carlos Salinas. Por lo pronto, lleva 151 mil 66 en cuatro años; mientras que el gobierno de Peña registró 156 mil 66.
Sin embargo, un logro de la locuacidad del presidente en sus mañaneras, es que el país haya perdido la capacidad de asombro ante la violencia. Caray, alguien de su gobierno dejó quemarse vivos a 40 inmigrantes hace una semana y ¡ni una renuncia!
Está México como escribió Isaac Simon: “Nos acostumbramos a la violencia, y esto no es bueno para nuestra sociedad. Una población insensible es una población peligrosa”.
Como sea, el presidente que prometió que, al día siguiente de su toma de posesión, se acabaría la violencia en el país, dejará el gobierno en octubre de 2024 con una estadística roja, o negra, como se vea: su sexenio será el más mortífero.
Comparemos, pues:
–Carlos Salinas, se registraron 76 mil 767 homicidios
–Con Ernesto Zedillo, se registraron 80 mil 671
–Con Vicente Fox, se registraron 60 mil 280
–Con Felipe Calderón, se registraron 120 mil 463
–Con Enrique Peña, se registraron 156 mil 66
De nada le ha servido al presidente llenar de militares las calles del país, las estaciones del Metro de la CDMX, los balnearios de Cancún y Acapulco, las aduanas, oficinas de gobierno, poner a los generales a vacunar y a recoger sargazo, a construir sus obras…
De nada le ha servido, porque los cárteles del narcotráfico tienen a México convertido en una pistola humeante, y la militarización sólo ha servido para darle al presidente un poder personal inconmensurable sobre destinos y haciendas.
El Ejército que es incapaz de impedir que maten a 151 mil 66 mexicanos en cuatro años, es, sin embargo, tan poderoso, que su general secretario se niega a comparecer frente al Congreso a responder preguntas, sencillamente porque no le da la gana.
En lugar de asegurar seguridad y aplicar la ley, lo que hacen los militares es fomentar negocios muy lucrativos, en absoluta opacidad, como la construcción del Tren Maya, que ya lleva gastados, por los bajo, 20 mil millones de dólares.
Además, desplazaron al poder civil en las aduanas del país y controlan, sin rendir cuentas, 59 mil millones de dólares; manejan la quinta parte de los ocho billones del Presupuesto, y la mayor empresa del Estado: Grupo Olmeca, que mueve 300 mil millones de pesos.
Mmm, pero en septiembre pasado se le cayó un helicóptero, por falta de combustible, perdieron 14 soldados para capturar al narco Caro Quintero…
Y 10 para capturar al hijo de El Chapo.