Carlos Arturo Baños Lemoine.
Ya sabemos, mis amigos, que la Universidad Autónoma “Mensopolitana” sigue tomada por las sectas feministas. Estos grupúsculos de carácter fascista tomaron la UAM para continuar con la imposición de sus dogmas irracionales y de sus conductas totalitarias; y todo esto ante la actitud cobarde, blandengue y quizá cómplice de las autoridades universitarias, que ni siquiera se han atrevido a interponer las correspondientes querellas penales en contra de las abiertas actitudes delictivas por parte de las sectas feministas incrustadas en la UAM.
Queda claro que la Universidad Autónoma “Mensopolitana” se ha convertido en un centro de adoctrinamiento, de propaganda, de reclutamiento y de operación política al servicio de las sectas feministas, que son irracionales y fascistas por naturaleza. Justo por esto yo le he cambiado el nombre a la UAM: de Universidad Autónoma Metropolitana a Universidad Autónoma “Mensopolitana”, porque, por influencia de la mitología feminista, esta universidad se ha vuelto estúpida.
En el actual contexto, muchos miembros de la comunidad universitaria de la UAM me han contactado y me han solicitado un pronunciamiento sobre el actual problema que aqueja a la UAM. Muchos de ellos sólo me conocen porque, con el paso de los años, me he convertido en un referente del antifeminismo en México. Todos saben mi historia: el profesor de la UAM-Xochimilco que fue despedido por manifestar su abierto y sistemático rechazo a la mitología feminista, siempre con argumentos lógicos y evidencia empírica; y siempre retando a las feministas a debatir, reto que nunca han aceptado.
Muchísimas personas han leído mi artículo “Una marranada fascista detrás de mi despido de la UAM-Xochimilco”, del 19 de noviembre de 2019, que se puede leer hoy en día en mi WordPress LICANTROPÍA: https://banoslemoine.wordpress.com/2019/11/19/una-marranada-fascista-detras-de-mi-despido-de-la-uam-xochimilco/
En este texto expongo cómo la UAM se valió de “dos tontos útiles” para proceder a mi despido, por la tremenda incomodidad que le causaban mi presencia y mis ideas. Si se trataba de casos de “acoso sexual”, ¿por qué jamás se interpuso querella alguna en mi contra ante el Ministerio Público? Para despedirme, la putrefacta UAM prefirió sólo aplicar procedimientos administrativos internos, todos éstos bajo control de la burocracia feminista. Típico procedimiento fascista: fabricación de culpas y resoluciones a modo.
Sin querer, en su estupidez institucional la misma UAM me convirtió en un anti-héroe y, por eso, hoy en día muchos uameros me han pedido mi parecer ante la actual crisis de esta institución, porque saben que yo represento el hartazgo civilizado y pensante ante esa basura mental llamada “feminismo”. Esos uameros me confiesan que están “hasta la madre” de las sectas feministas que tienen podrida a la UAM.
Mi respuesta es muy sencilla: ¡recuperen, de forma pacífica y masiva, las instalaciones universitarias y saquen de sus aulas toda esa basura mental llamada “feminismo”!
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Esta videocolumna de análisis, crítica y opinión es de autoría exclusiva de Carlos Arturo Baños Lemoine. Se escribe y publica al amparo de los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Cualquier inconformidad canalícese a través de las autoridades jurisdiccionales correspondientes.
