Ciudad de México.- Pese al riesgo que representa El Plaza Condesa para los habitantes de la alcaldía Cuauhtémoc, el cual debió ser demolido desde 2018, la empresa de espectáculos OCESA siguió con conciertos, desobedeciendo los dictámenes de las autoridades.
Tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, el Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC), Protección Civil de la alcaldía Cuauhtémoc y la Comisión para la Reconstrucción de CDMX, emitieron al menos seis oficios donde estipulan que la demolición del gigante de 13 niveles es inminente.
Sin embargo, OCESA envía el mensaje de que sus intereses económicos están por arriba de la vida e integridad de los habitantes, comerciantes y peatones de la zona, declarando que el centro de espectáculos que administra no cuenta con mayores daños, sin reconocer que está rodeado de otros dos edificios casi en ruinas.
Según el Artículo 224 del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal, “cuando la administración tenga conocimiento de una edificación presente algún peligro para las personas o los bienes, previo dictamen técnico, el propietario deberá realizar reparaciones obras o demoliciones necesarias”.
OCESA se ha encargado de romper con el reglamento y sabiendo que el Plaza Condesa rebasa los valores de desplazamiento adecuados, ha dejado inconclusas las reparaciones e inclinación del edificio.
Las fallas del edificio se le atribuyen a que fue construido entre 1952 y 1973, años antes del sismo de 1985, por lo cual el ingeniero Francisco J. Serrano no contempló medidas antisísmicas, que ahora el reglamento de construcciones exige a las edificaciones de reciente creación en la Ciudad de México.
Redacción
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