Rubén Cortés.
Es como aquellos de los principios: si no te gustan estos, tengo otros. Resulta que, con el ministro carnal, no le importaba que la Corte tuviera un fideicomiso de 20.5 mil millones de pesos. Pero, ahora, es sacrilegio que lo tenga, con la ministra incómoda.
Porque se metió a la bolsa 68 mil 400 millones de pesos, al extinguir, por decreto de su inspiración divina, 109 fideicomisos que costeaban Los fondos de Cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología, de Innovación Tecnológica, de Desastres Naturales…
Y decenas de áreas más de la vida nacional, que se beneficiaban de los rendimientos que producían cuentas bancarias, abiertas por el sistema bancario de fideicomisos, con capital del gobierno y de empresas privadas.
Sin embargo, al cancelar los fideicomisos, el presidente no tocó el de la Corte, porque en aquel momento el ministro presidente era Arturo Zaldívar, en favor de quien hasta intentó torcer la Constitución para que permaneciera más tiempo en el encargo.
No importaba que su alfil manejara 20 mil millones de pesos; mientras siguiera siendo su alfil, más todavía si iba a permanecer en el puesto el mismo tiempo que él en la presidencia de la República. Con su empleado, no iba eso de la austeridad.
En fin, la hipocresía. Porque tampoco le importó chutarse 23 mil millones del Fonadin, fideicomiso creado durante el gobierno de su odiado Felipe Calderón (2006-12), para comprar la refinería de Deer Park en Houston, Texas.
Y, antes, para su campaña electoral, el fideicomiso “Por los demás”, para apoyar a damnificados por los dos sismos de 2017, del cual 70 personas sacaron 64,5 millones en cheques, pero ninguno era damnificado: todos eran de Morena. Un robo al descampado.
Tampoco es problema que sus consortes del poder, los militares, hagan fideicomisos públicos sin estructura, para recibir y administrar el dinero, que obtienen en las aduanas, que coordinan desde que el presidente echó a los civiles y colocó a militares.
Sin embargo, ahora es un problema que aquellos 20.5 mil millones de la Corte ya no los maneje Zaldívar, sino la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, a quien califica de “florero” y critica por estar “de adorno”.
El diario oficioso del presidente, La Jornada, publicó ayer que la Corte tiene “guardaditos” concentrados en fideicomisos, que incluyen cuatro mil 504 millones para pensiones de ministros y magistrados jubilados, y 2 mil 815 millones para pensiones complementarias.
Bueno, esos recursos estaban también bajo la presidencia del carnal Zaldívar, y el presidente ni su “Granma” se refirieron jamás al asunto, ni siquiera cuando fue de los pocos fideicomisos que se escaparon de caer la bolsa del gobierno.
Ajá: si no te gustan estos principios, tengo otros.
Eso es la 4T.