Raúl Flores Martínez.
Ver para creer, en este mundo que está al revés resulta que los criminales, aceptan mejor sus errores que el propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que prefiere echar culpas al pasado que asumir su responsabilidad.
Nunca se pensó que uno de los grandes Cárteles de México, como es el Golfo, se disculpara por haber secuestrado a cuatros estadounidenses, y ejecutar a dos de ellos en calles de Matamoros.
A través de una cartulina y una llamada anónima, algo que resulta insólito, el Cártel del Golfo entregó a 5 de sus integrantes a manera de “disculpa”, por haberse equivocado de objetivos a los que tenían que atacar.
Los cinco sicarios del brazo armado “Los Escorpiones”, fueron entregados con vida y maniatados, luego de una llamada anónima a las autoridades locales para avisar de la entrega en calles del centro de Matamoros, Tamaulipas, junto a una cartulina con una nota “aclaratoria”.
“El Cártel del Golfo, Grupo Escorpiones”, reprueba enérgicamente los hechos del día viernes 3 de marzo pasado, en donde desafortunadamente falleció una persona inocente madre trabajadora y fueron secuestrados 4 ciudadanos americanos, de los cuales 2 fallecieron, por ello hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.
Estas acciones se han dado a través de la historia del narcotráfico en México desde hace décadas, estas acciones de juzgar a su propios sicarios, es parte de las estrategias que utilizan las organizaciones criminales con dos finalidades.
Una que las autoridades de Estados Unidos, no inicien una cacería contra los integrantes de este grupo criminal, que terminarían incluso con la vida del líder y de muchos de sus integrantes. Dos, evitar que la sociedad con la que conviven diariamente, los denuncie antes las autoridades por los 50 mil dólares que daban de recompensa.
A su vez, debe ser una vergüenza para las autoridades de los tres niveles de gobierno que no actuaron para localizar en primer lugar a los secuestrados y segundo en no hacer las indagatorias correspondientes; tanto los secuestrados, como los detenidos fueron anunciados por llamadas telefónicas de manera anónima.
En las manos de quién estamos, qué resulta que los criminales tiene más remordimiento de conciencia para aceptar sus errores, no como el Presidente Andrés Manuel López Obrador que prefiere apoyarse de sus focas aplaudidoras para que echen maromas para defenderlo. Ver para creer.
