Jorge Miguel Ramírez Pérez.
Hay quienes carentes de información mundial actualizada creen que viven en un espacio de impunidad e inmunidad, sin entender que los demás esperan que hagas lo básico: que mantengas el orden de tu casa, tu orden interno, que gobiernes como todos los otros, que lo hacen o intentan hacerlo.
A los demás les tiene sin cuidado que creas que la raíz del crimen es la pobreza, la injusticia o lo que se te antoje de pretexto, para no entrarle a los catorrazos. Así de simple. Esa es la parte que algunos no quieren entender, y que te sinteticé, pero se llama: soberanía desde su enfoque externo. Por eso no basta que te den el poder o agarres el poder con los tuyos, te deben reconocer los demás países, punto.
Si no te reconocen te quedas como loco de atar, solo, ¿ejemplos? Muchos, el tirano de Corea del Norte, uno de los más conocidos.
La soberanía interna es que tengas la capacidad de hacer respetar las leyes en tu territorio, tus leyes, las que se supone fueron el también pretexto para sentarte en la silla de poder…. ¿qué poder?
El poder institucional para que a nombre de todos – a los que les dijiste que ibas a respetar y hacer respetar las leyes-, obligar a los que no lo hacen, por la razón que sea, a que lo hagan, no por convencimiento personal, porque eso debió ser en su casa, escuela o iglesia, y tu no eres padre, profesor, sacerdote o pastor, sino te postulaste de ejecutor, para que te dieran el poder y la fuerza de las sanciones para que respeten las leyes.
Pero si tu, que eres el que tienes que obligarlos legalmente a no cometer delitos, no respetas la ley y dices que tienes una opinión diferente, como si te hubieran nombrado filósofo de peace and love, entonces pones en riesgo tu casa y la de los vecinos, que te reconocieron para que hagas ese trabajo que todos tratan de hacer en conjunto, menos los que son cómplices del mal o tienen más fuerza que tu para que no los puedas obligar. Esa es la soberanía exterior ¿estamos?
Un país o territorio que da cabida a grupos no solo del crimen, sino grupos terroristas con alcance internacional, se entiende que sus autoridades los protegen o que son parte de lo mismo; lógicamente se entiende que son los que tienen el poder, ellos, los malos son la ley no escrita, hacen su justicia, no respetan las leyes institucionales del país o territorio propio, y por lo mismo, menos respetan las leyes de los demás, incluyendo las de otros países… ¡así o más claro!
La soberanía, entonces, tiene un camino de ida y otro de regreso, me respetas por que te respeto, pero a la vez me respetas porque entiendo exactamente lo mismo que tú: que tengo que gobernar a los míos, para no causarle un daño a los tuyos.
Por esa razón le dijo Trump, si no controlas a los malos y voy a creerte, en principio, yo te ayudo. ¿se acuerdan que ya fue esa advertencia cuando llegaron los dizque grandes transformadores aquí?
Y no aceptaron, muy bien. Dijeron que podían… y ¿pueden?
A lo mejor pueden pero no quieren, no hay voluntad, eso se llama, estado fallido, debilidad del estado, trasmutación del estado, o el estado en control del crimen y del… terrorismo. Así de grave. ¿Miento?
A veces los terroristas se hacen cabeza del estado, como Pietro en Colombia, un miembro de la narco guerrilla. Pero eso es allá, lejos y no son socios los colombianos de Estados Unidos. Sencillamente saben los países alrededor, que Colombia, como Venezuela, como otros parecidos, digamos Bolivia, son narco estados, no tiene seriedad, valen lo que se les pueda extraer, no lo que se pueda transformar….
Un loquito, Pedrito Castillo, el que estaba en Perú, quiso seguir el camino de los narco estados y cuando iba a desaparecer los poderes para que tronaran nada más los chicharrones del sombrerudo, los ciudadanos peruanos, porque allí si hay ciudadanos, lo pararon en seco. Y se enojaron los gobiernos pro mafiosos.
En pocas palabras no tienen futuro los dizque gobiernos apoyados por miserables que seguirán de miserables, no son estados soberanos, son propiedad de una camarilla que amenaza a los demás. Los que está de merolicos son mafiosos disfrazados de redentores sociales. A poco me van a decir que los seguidores de la camarilla de Cuba viven mejor que los chinos con la bota de la dictadura, pero con acuerdos neoliberales.
Si no fuera por las remesas que mandan los cubanos neoliberales, la gente en la isla literalmente se moriría de hambre.
Veintidós fiscales de estados de la Unión Americana y el gobernador de Texas, y ahora una iniciativa para el Congreso, que empieza firmada por dos representantes de esa casa. No son un calambre nada más.
Es de hecho, un lamparazo de lo que pasa en México a escasos metros de Estados Unidos. Y como todos los días, todos, absolutamente todos, todo se sale de control, porque no hay nadie en el timón; sucede lo de Nuevo Laredo…¿Qué te esperabas?
Sencillamente que estos avisos ya son de luz roja, y al embajador Ken Salazar como que se le olvida que andaba levantándole la mano a la favorita en la sucesión de Palacio; y ahora sí, la cartilla en público…porque lo sucedido a los Le Baron, y en Culiacán, dos veces, fue contra la población inerme, puro terrorismo, hasta dispararon contra un avión comercial. Hay que checar las cláusulas interamericanas que México firmó hace tiempo, respecto de atentados a aeronaves, como evidencia de terrorismo. Chécalo.
Nadie olvida que no se hizo nada en la primera ola terrorista, ni en la segunda hay detenidos por causar pánico por el pillaje, asalto y hurto de vehículos particulares. Nadie fue, no sucedió, olvidémoslo.
Ahora salen con el cuento del siglo 19 de la soberanía.
