EEUU.- Desde que comenzó la guerra en Ucrania, Estados Unidos ha respondido a las constantes amenazas nucleares del líder ruso, Vladímir Putin, con la misma frase: “No vemos un peligro inminente de un ataque nuclear”.
La moderación contrasta con la urgencia de los órdagos del Kremlin y se basa, según expertos consultados por EFE, en amplios análisis de inteligencia y en el estudio del terreno por vía satélite.
Pero con la aparente caída del último tratado de control de armas atómicas entre las potencias -el Nuevo START, que obliga a Washington y a Moscú a compartir información sobre el número y la ubicación de sus ojivas nucleares-, el margen de error no hace más que crecer.
EFE
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