Por. Rubén Cortés
Vive un momento de gracia, como Donald Trump cuando dijo que podía hacer lo que quisiera en Times Square sin consecuencias. Pero es aliado de asesinos: Ortega y Maduro son criminales de lesa humanidad, condenados por la ONU. Y serán juzgados, eh.
Además, en su conferencia matutina se niega a condenar la invasión de Rusia a Ucrania, y le otorga la mayor condecoración nacional al gobernante designado de Cuba, que tiene el mayor número de presos de conciencia en el planeta ¡Qué amigos!
El viernes, la ONU concluyó que el sátrapa Ortega cometió crímenes de lesa humanidad en Nicaragua, desde 2018, cuando mandó matar a 335 opositores que protestaron contra su dictadura y, hace sólo días, cuando desterró a decenas y decenas de adversarios.
Según la ONU, el amigo y aliado del presidente mexicano “perpetró estas violaciones, atropellos y abusos de manera generalizada y sistemática por motivos políticos y que, verificados en todos sus elementos, son crímenes de lesa humanidad”.
El responsable de los crímenes es Ortega, quien ordena cometerlos a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, y a los altos mandos de las jefaturas de las fuerzas armadas, de la guardia nacional y la policía, que cometen los asesinatos y violaciones.
El dictamen del informe de la ONU sobre los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por el amigo y aliado político del mandatario mexicano, es terrible y debería quitarle el sueño a él, y avergonzar al diario oficioso La Jornada, que defiende al sátrapa:
“La situación de Nicaragua es similar a la violencia y la persecución que marcaron la década de 1930 en Europa. Todos los elementos que se ven hoy en Nicaragua, desgraciadamente, se pudieron ver en los juicios de Núremberg contra los criminales nazis”.
Pero no es Ortega el único amigo y aliado del jefe del Ejecutivo mexicano, al que la ONU compara con Hitler: también considera al dictador de Venezuela, Maduro, “asesino de lesa humanidad”, el mismo a quien apoya en las votaciones de la OEA y la ONU.
Maduro ha asesinado a cinco mil 94 opositores políticos y detenido, sin órdenes judiciales, a otros tres mil 479, y “todos coordinados y cometidos de conformidad con las políticas del Estado, mediante ejecuciones sumarias y torturas mortales”.
La investigación de la ONU precisa que Maduro tortura “para extraer confesiones o información, contraseñas telefónicas y de redes sociales, o para obligar a incriminarse ellos mismos, a los líderes de la oposición de alto perfil”.
Maduro “somete a sus adversarios a posiciones de estrés, asfixia, golpes, descargas eléctricas, cortes y mutilaciones, amenazas de muerte y tortura psicológica, con el apoyo de los altos funcionarios del gobierno”.
Esos son los amigos, eh. Asesinos al nivel de Hitler.
