Por. Ah-Muán Iruegas
El reciente asesinato de cinco jóvenes mexicanos, en la frontera de Tamaulipas, por parte de “nuestro” Ejército, debe llevarnos a pensar si a México le conviene tener un grupo de soldados como el que tiene.
El Ejército mexicano es un EJÉRCITO DE CONTROL SOCIAL. Está diseñado y pensado para dispararle al pueblo de México, no a los invasores o los extranjeros. Pues no es serio pensar que los soldados sirven sólo para repartir despensas o cobijas en las inundaciones. Eso lo pueden hacer, tanto el Cuerpo de Bomberos como un grupo de Boy Scouts.
El Ejército mexicano, a pesar de lo que digan los militares y nuestras leyes, no puede garantizar la seguridad nacional de México. No lo puede hacer, pues nuestra situación geográfica nos mantiene dentro de la zona de influencia de los Estados Unidos. Que es lo que, en el fondo, define hacia dónde puede y no puede ir México.
Para dar una definición de lo que es México ante los EE.UU., puede usarse la idea de semicolonia, patio trasero o similares. Pero el hecho es que México, al menos desde el siglo XX, puede ser considerado una especie de apéndice de los Estados Unidos. México es como Polonia ante Rusia (o como Ucrania): un país al que se le agrede cada cierto tiempo, al que se le ha invadido y al que se busca controlar.
Esto, que les duele a muchos, es simplemente la verdad. La independencia nacional mexicana puede servir como nombre de alguna importante Avenida, pero en términos absolutos, es una ilusión. México no es un país independiente. Depende para sobrevivir de la vecindad y la buena voluntad de los Estados Unidos.
Es válido decir que México es un país “interdependiente” respecto de Estados Unidos, pues México puede combatir la migración y el narcotráfico (o fingir que lo hace) y con ello extorsionar o chantajear a los estadounidenses. Pero a la hora de la verdad, México no puede alejarse gran cosa de los deseos, intereses y necesidades de los Estados Unidos. No tiene la capacidad ni la fuerza para hacerlo.
Para de lo que si tiene capacidad, es para atacar al pueblo de México: estudiantes, campesinos, indígenas y pobres, han sido los blancos tradicionales del soldado mexicano. A los ricos, los soldados ni los tocan. Se especializan en fastidiar a los desposeídos.
Pero el día que al ejército estadounidense se le antoje, puede barrer con el Ejército mexicano. Se puede prever que la resistencia del Ejército mexicano a una invasión estadounidense pudiera durar unos tres meses. Los sobrevivientes pudieran convertirse en guerrillas o ejércitos informales y resistir en el cerro un rato.
La simple Guardia Costera de los Estados Unidos, es más poderosa que gran parte de la Marina Armada de México. De ese tamaño es la disparidad en los mares entre ambos países.
En los aires es peor la situación. Se supone que la Fuerza Aérea Mexicana no puede dar más que una sola gran batalla ante los aviones de guerra estadounidenses. Combate que, desde luego, perdería México, acaso en un sólo día.
En síntesis, como todo el mundo sabe, por aire, mar y tierra, los Estados Unidos pueden liquidar a las Fuerzas Armadas mexicanas, en sólo unos meses –si no es que en unas semanas.
Esa es la forma rápida de liquidar al Ejército mexicano. China y Rusia en teoría, también pueden liquidar a nuestro Ejército, pero ninguno de los dos se va a atrever a meter la nariz en nuestro territorio… porque los Estados Unidos no lo permitirían. No porque el Ejército mexicano nos pueda defender de ellos.
Como el Ejército mexicano SÓLO SIRVE PARA DISPARARLE A LOS MEXICANOS, yo creo que es momento de liquidarlo. Pero como yo no tengo ni siquiera una piedra para cargar una resortera, usaré como arma mis palabras.
El Ejército mexicano es un ejército de control social. Ni por casualidad le disparan a un estadounidense. No se atreven. En cambio con los mexicanos, “nuestros soldados” se dan gusto y los matan o rematan cada cierto tiempo.
Por lo anterior, creo que, sin derramar una sola gota de sangre, se puede liquidar al Ejército mexicano. Si no sirven más que para matar mexicanos, creo que México no tiene necesidad de pagarle su sueldo a los soldados. Pero como eso sería ilegal, entonces sugiero darle su liquidación laboral a cada soldado y desbandar al ejército que tenemos.
La defensa de nuestra soberanía y nuestra independencia, no la proporciona nuestro ejército, sino que la extraña situación geopolítica mexicana nos defiende. Por ello, la diplomacia mexicana puede ser más útil en la defensa de nuestra soberanía, que las armas (que no tenemos).
Otros países, notablemente Costa Rica, en ciertos periodos no ha tenido ejército, pues consideraron que no lo necesitan y pueden ahorrar mucho si no gastan en armas. Japón tuvo una situación un tanto parecida luego de la segunda posguerra, pero actualmente se está comenzando a armar, lo mismo que Alemania.
Se diría que el Ejército mexicano combate al narcotráfico. Pero el General Rebollo y el General Cienfuegos (además del civil García Luna) han estado al servicio del narco. Y recordemos que Cienfuegos fue secretario de la Defensa. Secretario narco, pero secretario al fin de cuentas.
Es decir, el Ejército mexicano medio combate al narco, medio le sirve al narco… Pero nunca ganan la “guerra contra el narco”. O porque no pueden, o porque trabajan para el narco, pero el resultado neto es que en veinte años no ganaron su guerra. ¿No es hora de despedir a todos los soldados por abusivos, por asesinos, por incompetentes o por innecesarios?