Raúl Flores Martínez.
Ya es una constante que pasa algo en Nuevo Laredo y las redes sociales se llenan de expertos en seguridad, incluso de peritos que han resuelto el caso de una manera sorprendente que deberían trabajar los mejores policías del mundo.
Incluyó a compañeros periodistas que jamás han estado en la plaza, zona, municipio, y ya formulan sus teorías de conspiración, incluso son dado a dar su veredicto en las famosas redes sociales; sin embargo, están tan perdidos en sus análisis que denotan su falta de seriedad en la profesión.
Cómo reportero multimedia, enfocado en temas de seguridad, he estado por años en Nuevo Laredo, desde que estaban establecidos “Los Zetas”, mejor conocidos como “La Compañía de la Luz”; nombre que se usaba para identificar a los integrantes de esta organización criminal que, tras la detención de sus principales líderes, incluyendo a Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”, esta organización se resquebrajó para algunas fracciones, se hicieran algunas bandas locales, cómo el caso del Cártel del Noreste.
Esta organización criminal durante años, ha utilizado a los jóvenes para engrosar sus filas del sicariato, defendidos por un emisario de “Los Zetas” y ahora del “CDN”. En junio del 2018 escribí en el periódico Excélsior la forma que tiene de actuar Raymundo Ramos, supuesto activista de Derechos Humanos que a pesar de las llamadas interceptadas, correos y mensajes, no se le ha podido detener por sus nexos con el crimen organizado.
“De acuerdo con la averiguación previa AP/PGR/SEIDO/VEITA/073/2015 que se inició el 23 de marzo de 2015 con la detención de Ramiro Pérez Moreno, alias el “Ramas”, señala directamente al presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos Vázquez, de recibir semanalmente 5 mil dólares para esconder a integrantes de la organización delictiva en sus oficinas, realizar movilizaciones en contra de las Fuerzas Armadas e interponer denuncias contra los elementos militares”.
Esto fue parte de lo que se escribió en aquel momento. Ahora en los acontecimientos recientes, la Sedena solicitará el apoyo de la FGR y otras instancias de inteligencia con la finalidad de reactivar esas denuncias y las investigaciones contra este “activista” que con dinero del crimen organizado, busca que las Fuerzas Armadas salga de Nuevo Laredo.
Hoy en día sabemos que en Nuevo Laredo, todo se mueve de la mano del CDN y de su brazo armado denominado “La Tropa del Infierno”, aquí nadie respira sin el permiso de los jefes de plaza y el líder de este grupo criminal, incluso Raymundo Ramos que es más que conocido en el municipio por ser uno de los esbirros de esta organización criminal, una organización criminal que bajo la complicidad de las autoridades locales, Nuevo Laredo es el nido del CDN.
