Por. José C. Serrano
La Universidad Anáhuac México, forma parte de la Red de Universidades Anáhuac, un conglomerado internacional de universidades católicas dirigidas por los Legionarios de Cristo, en el que comparten una misión y un modelo educativo de formación integral. Esta red posee 16 universidades a nivel internacional, con diez instituciones en México, una en Chile, una en España, dos en Italia y dos más en Estados Unidos.
La universidad surge en 1964 como una pieza fundamental dentro del proyecto educativo de los Legionarios de Cristo. Inició actividades en una casa ubicada en Lomas Virreyes de la Ciudad de México, contando sólo con 48 alumnos en dos carreras: Administración de Empresas y Economía. Años más tarde incorpora Psicología, Ciencias Humanas, Arquitectura y Derecho. En 1968 se gradúa la primera generación de egresados Anáhuac.
En 1981, el Gobierno de la República reconoció a la Universidad Anáhuac como una de las instituciones privadas de educación superior de más prestigio en el país a través del Derecho de Autonomía y validez oficial de estudios.
En 2006, la Secretaría de Educación Pública (SEP) otorgó el reconocimiento a la Universidad Anáhuac como institución de excelencia académica y, reafirmando su compromiso con la formación de líderes de acción positiva.
La institución, en diferentes momentos, ha publicado una lista de 47 egresados notables. Entre ellos figuran: Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, Jorge Hank Rhon, Miguel Alemán Magnani, Manuel Velasco Coello, Leonardo Valdez Zurita, David Korenfeld Federman, Alonso Ancira Elizondo, Joaquín López-Dóriga Velandia. Cada uno es protagonista de episodios que podrían manchar la blanca fachada de su Alma Mater.
Por ejemplo, Josefa González-Blanco Ortiz-Mena, fue titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador (soberana blasfemia); Jorge Hank Rhon, alcalde de Tijuana, Baja California, propietario del negogio de apuestas Grupo Caliente, señalado en ocasiones diversas como contrabandista de fauna exótica; David Korenfeld Federman, director general de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en la administración de Enrique Peña Nieto, acostumbrado a utilizar los helicópteros de la dependencia para traslados familiares en asuntos privados; Alonso Ancira Elizondo, socio mayoritario de Altos Hornos de México (AHMSA), estuvo preso en España, de donde fue extraditado a México para enfrentar un proceso penal por el delito de lavado de dinero.
Con las joyas de la corona ya mencionadas, no es de sorprender que la Universidad Anáhuac descarte acciones por el plagio de la ministra Yasmín Esquivel Mossa en “su” tesis de doctorado.
No obstante, la investigación realizada por periodistas del diario El País, que señala que la ministra plagió la tesis de doctorado que presentó ante la institución académica, ya que 209 de las 456 páginas del texto son iguales a trabajos publicados por otros doce autores que no fueron citados en el documento.
La institución educativa informó que, con base en su reglamento no será posible modificar el resultado del examen por el que concedió el doctorado de la ministra Esquivel.
El reglamento vigente de la Universidad Anáhuac que reconoce la integridad académica y sanciona las faltas, establece que, a partir de los tres años siguientes a la emisión del acta de examen doctoral, no es posible llevar a cabo una acción que la cuestione.
En un intento de defender el negocio, la Universidad Anáhuac aceptó que en 2009, año en que Esquivel Mossa presentó la tesis, no contaba con la tecnología para detectar el plagio.
Ante este galimatías, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tiene en sus espacios solemnes a una integrante reincidente en actos de conducta antisocial.