Raúl Flores Martínez.
Vaya vacío que se tiene en las universidades de México, un vacío legal donde no se tiene un estricto proceso para sus estudiantes que han plagiado una tesis y que posiblemente, estén dando sus servicios de manera falsa en el país.
Ya hemos visto el gran circo que armo la aún ministra Jasmín Esquivel, tras ser exhibida en el plagio de su licenciatura en la UNAM, si aplicamos la presunción de inocencia, se acabaría con todo lo que está haciendo para no descubrir sus descaros.
No le vasto plagiarse la tesis para la licenciatura; ahora, sale a relucir que también se plagió su tesis doctoral en la Universidad Anáhuac, que para no verse comprometida, señala que después de tres años, ya prescribe cualquier caso de delito o de plagio de una tesis.
Hasta dónde será capaz de llegar la Ministra de la Suprema Corte para quedarse por más años en la Corte, qué más podrá hacer para ya no enlodarse, para ya no caer más en el pazo de excremento en el que día con día se hunde.
Cuántos casos, cómo el de Jasmín Esquivel debe de haber en México, cuántas veces más debe de quedar exhibida ante la opinión pública para que deje de una vez por todas su puesto en la Suprema Corte.
Todos lo saben, hasta su protector López Obrador que calla cómo momia, guarda silencio en Palacio Nacional; pero que se espera de una persona que tarda más de 14 años en terminar su licenciatura, con 14 materias reprobadas y un bajo promedio de 7.8.
Qué se puede esperar de un Presidente que día con día demuestra su falta de cultura en general al alterar los hechos históricos del país, qué se espera de un Presidente que a pesar de reprobar 14 materias y tardar 14 años, esperaba una mención honorífica al titularse.
Estos datos no son inventados, el propio mesías tabasqueño lo dio a conocer en su conferencia mañanera del 15 de mayo de 2020, datos que se pueden cotejar dentro de la UNAM, una institución que poco a poco va perdiendo la credibilidad entre su alumnado, qué poco a poco se va avergonzando de estudiantes que plagias sus tesis.