Raúl Flores Martínez.
Conforme va pasando este sexenio, se tiene un aumento considerable en diversos delitos que van desde la Trata de Personas, la extorsión, lesiones, sin olvidar la corrupción en distintas dependencias de los tres niveles de gobierno, incluido el Poder Judicial de la Federación.
Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, no mienten, cifras que son oficiales y que ponen en duda la estrategia de seguridad que tiene la cuarta transformación en este sexenio que poco a poco, pone en evidencia la inoperancia de las instituciones encargadas de dar seguridad a la población.
Algo que debe de llamar la atención y que no ha sido tomado en cuenta por el actual gobierno Federal, es la cifra que día con día crece en los niños y jóvenes que son reclutados por el crimen organizado a lo largo y ancho del país.
De acuerdo con el estudio “Niñas, niños y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada” de la organización civil Reinserta en México, se tiene un registro de 30 mil adolescentes dentro de las organizaciones criminales.
Niños y jóvenes que se han convertido en rehenes de criminales, instituciones e incluso de padres que por venganza personal, son arrebatados a sus madres; sin ponerse a pensar que los llevan directamente a una única salida, estar con los delincuentes.
Ya es necesario que estas situaciones dejen de tener rehenes menores de edad, debemos exigir y exigirnos que ya es necesario pensar en la necesidad de visibilizar lo que implica la normalización de la violencia del Estado y padres en los menores de edad.
Es una realidad qué en la actualidad, son los niños, nuestros niños son a quienes están golpeando, violando y matando, incluso son llevado a las enfermedades emocionales, como la depresión y el suicidio.
En la actualidad, la problemática del abandono de los niños en el actual gobierno, es un reflejo de la falta del diálogo entre todos los sectores de la sociedad y profundiza la necesidad de elaborar estrategias reales que permitan visibilizar la exposición a la violencia de niños, niñas y adolescentes en México, así como su normalización en el entorno social y cultural.
Uno debe de preguntar ¿Hasta cuándo, más niños en el crimen organizado? ¿Hasta cuándo más niños serán rehenes de la violencia vicaria? ¿Hasta cuándo?