Alejandro Rodríguez Cortés*.
“La señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta”, se ufanó Andrés Manuel López Obrador en una mañanera. Literal, aunque después haya dicho que los medios de comunicación malinterpretaron lo que simplemente, y palabra por palabra, dijo.
Los memes que inundaron las redes sociales a partir de esta desafortunada declaración presidencial me llevan a escribir estas líneas con las que busco exponer algunas de las cientos de mentiras con las que el presidente de la República ha construido la realidad alterna en la que “gobierna”.
Gracias a AMLO hay un cambio de régimen, pero lo único diferente son los beneficiarios del poder, y sólo algunos, porque hay muchos otros que paradójicamente son los mismos, empezando por el propio mandatario e impresentables como Manuel Bartlett Díaz o Layda Sansores Sanromán. Más bien se ofrece una regresión setentera de centralismo político y rentismo económico para unos cuantos, con dádivas clientelares y electorales para la base popular.
Gracias a AMLO el pueblo manda, con torta y refresco de por medio y manos alzadas en la plaza pública. La única aspiración social para millones es recibir becas y subsidios, quizá con la opción de sumarse a los “Servidores de la Nación” y esperar brincar de ahí a la ayudantía presidencial, a la burocracia federal o al Poder Legislativo, donde el trabajo será simplemente lanzar loas al pastor supremo.
Gracias a AMLO el gobierno hizo realidad la política de “primero los pobres”, pero estos se han multiplicado en el último lustro, en que la mal llamada Cuarta Transformación les quitó no solamente opciones de empleo y desarrollo, sino entregables concretos como la atención universal de salud, estancias infantiles, medicamentos y escuelas de tiempo completo.
Gracias a AMLO recuperamos la soberanía energética, aunque Pemex se hunda en una deuda impagable y produzca menos petróleo que nunca; aunque el gobierno pague lo doble de intereses por sus bonos petroleros que hace 10 años, y aunque sangre el presupuesto público en una refinería inservible y en intereses financieros. Cara apuesta ideológica por un nacionalismo eléctrico que provoca pérdidas millonarias de recursos públicos, pero además escasez de la energía limpia y barata para empresas extranjeras que ruegan venir a invertir a México.
Gracias a AMLO crecimos 3 por ciento en 2022, pero también gracias a su incompetencia México es uno de los 3 países del mundo que menos se han recuperado económicamente a partir de la pandemia. Al presidente le debemos que la moneda nacional esté fuerte, al mismo tiempo que por ello las familias reciben menos pesos de sus migrantes.
Gracias a AMLO México recuperó su prestigio internacional, reducido en la realidad a un rancio discurso que desprecia la democracia y la prosperidad, a la par de dar oxígeno a crueles dictaduras como la cubana, la venezolana, la nicaragüense o ¡hasta la rusa! Agradecidos están los brasileños y chilenos, que no se atoran en atavismos y viajan miles de kilómetros para hacer política de a de veras con quien es nuestro vecino del norte, a quien nosotros desdeñamos a pesar de compartir una extensa frontera y una sociedad comercial hoy en riesgo.
Gracias a AMLO nuestra nación es más igualitaria, pero hacia abajo. Gracias a él, las clases medias se depauperan y los jóvenes han perdido el sentido de aspiración: por ejemplo, un chavo que no ha hecho nada recibe más dinero público que un residente médico que lleva 10 años preparándose. En el lado contrario de la pirámide poblacional, por obra y gracia presidencial el mandatario duplica pensiones de retiro, pero no se ocupa de cómo financiarlas a futuro.
Gracias a AMLO México se ha convertido en el paraíso de las promesas incumplidas: crecimiento económico, paz social, salud danesa, vacuna mexicana, rescate de mineros, gasolina local suficiente y barata sin huachicol, cero corrupción, democracia plena, separación auténtica de poderes, esperanza de un cambio que nunca llegó.
En fin, hay millones que le dan gracias a AMLO, a pesar de que entregará cuentas deficitarias que la historia le cobrará.
Mientras, nos reímos un poco de que, según él y sus lambiscones, también gracias a AMLO se evitó la revolución en Bolivia, ganó Lula en Brasil, Messi es campeón del mundo y hasta provocó la ruptura entre Piqué y Shakira.
Es más, gracias a AMLO se escribió esta columna de opinión.
*Periodista, comunicador y publirrelacionista.
@AlexRdgz
