Rubén Cortés.
Tira mil 600 millones en estadios de beisbol, y da al INE menos un quinto por ciento del Presupuesto Federal de ocho millones de pesos: con las cosas serias, es un gobierno cuenta chiles, para describirlo en el lenguaje del presidente encanta a sus fieles.
Pero los mil 600 millones para estadios de beisbol ya raya en una obsesión pueril del Jefe del Ejecutivo con el deporte de las bolas y los strikes, pues usa las supercherías de este deporte hasta para tomar decisiones en cuestiones de Estado.
Por ejemplo, como el forro de piel de la pelota de beisbol está cosido con 108 costuras, el presidente dio a las empresas aéreas 108 días hábiles de plazo para las operaciones de carga pasen del AICM al aeropuerto que él mandó construir en Santa Lucía.
Además, la sangría de dinero del erario para el beisbol es notoria, porque a ese deporte van muchos más recursos que a la atención de mujeres golpeadas, algunos sectores de la educación o a los planes nacionales de vacunación, por ejemplo.
En más de cuatro años, dedicó más de mil 600 millones de pesos en la compra, construcción y remodelación de 26 estadios y parques de beisbol. ¿Mucho dinero a un deporte que no es masivo, pero es el preferido del presidente? Pues el gasto sigue.
Pero en 2022, los 75 albergues para mujeres estuvieron en riesgo de cerrar, porque el gobierno regateó los 419 millones de pesos aprobados en el Presupuesto federal para las más de 11 mil mujeres y niñas que sufren violencia machista en el país.
En cambio, del mismo Presupuesto llegaron sin falta mil 54 millones de pesos para la práctica del beisbol, a través de la oficina Probeis, que cambió de nombre a Educación Física de Excelencia, pero en Presupuesto 2022 recibió 441 millones 750 mil pesos.
Y, mientras, están en vías de desaparición las estancias infantiles, de las cuales en 2018 había nueve mil 125 en todo el país, que mejoraban la calidad de vida de las mujeres trabajadoras, porque brindaban posibilidad de empleo, salud mental e ingresos.
El béisbol es mejor tratado, proporcionalmente, mejor que la democracia, ya que, del Presupuesto de 8 billones de pesos para 2023, 14 mil millones van al INE, una cantidad que ni siquiera es un quinto de un por ciento del Presupuesto.
El argumento oficial para beneficiar con tanto dinero público al beisbol es que es “una puerta para el desarrollo de la vida pública al brindar espacios para el encuentro e interacción social y cultural, y el desarrollo de la vida ciudadana a través del deporte”.
Es cierto. Pero las medicinas para los niños con cáncer son más importantes.
Y no hay.