Por. José C. Serrano
Zoé Alejandro Robledo Aburto, nació en Tuxtla Gutiérez, Chiapas hace 44 años. Es licenciado en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Actualmente se desempeña como director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); forma parte del equipo de trabajo cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador.
En entrevista reciente de medios informativos, Zoé Robledo, expresó que tener un sistema de salud como el de Dinamarca consiste en que sea ciento por ciento público, con una organización y administración centralizadas, un solo modelo de atención y con enfoque preventivo. Eso es lo que existe en aquel país nórdico y es la propuesta del Plan de Salud para personas sin seguridad social en México, a través del IMSS-Bienestar.
Robledo Aburto explicó que el IMSS-Bienestar operará plenamente en por lo menos 20 estados de la República, donde se concentra el 80 por ciento de las personas sin acceso a la seguridad social, alrededor de 52 millones de individuos.
A poco más de un año de haber iniciado esta labor, Zoé Robledo dice tener un panorama claro del reto que implica transformar la atención médica en comunidades y pueblos que tienen hospitales básicos comunitarios que, cuando mucho, dan consultas con médicos generales.
El presidente López Obrador, desde diciembre de 2022 en su conferencia matutina de Palacio Nacional ha dicho: “Vamos a tener un sistema de salud pública como el de Dinamarca en donde la atención médica y los medicamentos son gratuitos. En Dinamarca tienen políticas que eran completamente inalcanzables en México”. Zoé Robledo, en su disertación, refrenda la promesa que su jefe lanza con tanta enjundia.
En un salto portentoso, metafórico, de la Ciudad de México a Copenhague, a 9 mil 503 kilómetros de distancia, es factible corroborar que el sistema de salud danés es un modelo de centros y hospitales públicos. Su financiamiento es principalmente a partir del pago de impuestos. Se destina un 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al gasto exclusivamente sanitario.
La odontología es una atención gratuita para los ciudadanos hasta los 18 años, así como la fisioterapia y la podología. Esto incluye también a personas que se encuentran temporalmente en el país. Las personas que no estén registradas como residentes, inmigrantes indocumentados o visitantes extracomunitarios no cubiertos pueden acceder al uso de los servicios de salud, pero asumiendo el costo de ellos.
Los médicos ejercen su profesión dentro de los centros de salud, los cuales no se encuentran centralizados, de tal forma que los médicos son autónomos y son ellos mismos quienes se encargan de la organización, administración y gestión de los centros.
Cada centro de salud, al ser independiente, puede escoger qué tipo de historia clínica informática utiliza, siempre y cuando permita la interconexión con otros hospitales y el sistema de análisis de datos.
Estos sistemas funcionan, además, con la receta electrónica, lo que permite que el paciente luego de la consulta se dirija a la farmacia de su elección y, presentando su tarjeta sanitaria se le surta el medicamento.
Dinamarca es el país que ocupa el primer puesto de las naciones con mayor calidad de vida. La tasa de huelgas es mínima, el poder adquisitivo de sus ciudadanos es bastante alto y las tasas de criminalidad muy bajas.
Hasta donde se sabe, en Dinamarca no existen zonas marginadas con altos índices de pobreza extrema. En el polo opuesto, México, aunque esto mortifique, se caracteriza por tenerlas en abundancia.
Un ejemplo para ilustrar lo dicho: pobladores de localidades ubicadas en la Sierra Gorda de Jacala, Hidalgo, se ven obligados a caminar rumbo a sus comunidades sobre el estrecho borde de calicantos construidos sobre veredas o junto a acantilados para desviar el agua del río Amajac a sus cultivos.
Los lugareños carecen de caminos que comuniquen a las localidades por la accidentada geografía del suelo entre las comunidades indígenas de Quetzalapa y Vado Hondo.
Rosario Guerrero, maestra de una escuela rural de Quetzalapa, reconoce que “la distancia entre ambas demarcaciones del municipio de Jacala es de tres kilómetros, pero no hay ningún camino o carretera que las una, sólo veredas muy accidentadas sobre los cerros”.
Cabe aquí una pregunta incómoda: ¿Qué harán López Obrador y Robledo Aburto para implantar el sistema de salud como el danés en localidades con tantas carencias, similares a las de Jacala?