Raúl Flores Martínez.
El inicio del juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos, dará a conocer algo que algunos ya sabíamos, como es el caso de los pagos que se hacían en los estacionamientos de Perisur u otros centros comerciales de la ciudad de México.
Sergio Villarreal “El Grande”, operador en su momento del Cártel de Sonora encabezado en su momento por Los hermanos Beltrán Leyva, fue el primero en dar a conocer el testimonio de los pagos que le realizaba el Cártel de Pacífico por los “favores” que hacía para Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, el “Chapo”.
Algo que adelantamos y qué es sabido entre los pasillos del Centro Nacional de Inteligencia (antes Cisen), son las reuniones en la ciudad de México entre narcotraficantes y funcionarios del Gobierno Federal de varios sexenios en hoteles y restaurantes de la zona de Polanco.
Estás reuniones se realizaban en los privados que tienen algunos grandes restaurantes de alto costo en sus cartas, considerados clientes frecuentes, se les daba un “privado”, dónde se les destinaban los mejores alimentos, sin ser molestados.
Restaurantes en la zona de Horacio, restaurantes de hoteles de la zona exclusiva de Polanco y estacionamientos de centros comerciales y plazas comerciales de la zona sur, como Perisur, Plaza Universidad, Centro Coyoacán, entre otros de medio nivel, donde se traspasaron cajas de archivo de un auto a otro.
Dentro de esas cajas de archiveros, se guarda el dinero algunos fajos en dólares para ser depositados en cuentas bancarias del extranjero, otras en efectivo con billetes de diversa denominación que eran destinados para invertir en inmuebles, gasolinerías e incluso en hoteles en zonas turísticas.
Esta información se tenía resguardada en el Cisen, incluso una parte fue recolectada por el área de inteligencia de la extinta Policía Federal, cuando vigilaban supuestamente los pasos de las células del Cártel del Pacífico que operaban en la capital del país.
Incluso de acuerdo con la Información Filtrada de las áreas de seguridad del Gobierno Federal, aún algunos lugartenientes o capos del crimen organizado, siguen haciendo sus negocios en estos lugares, esto se debe a que la CDMX, todavía sigue siendo un santuario para las organizaciones criminales.
El ejemplo es que en la última década en la capital del país, se han detenido células del Cártel del Pacífico, Nueva generación, La Familia Michoacana, Los Beltrán Leyva que tienen el pacto de no agresión entre estas organizaciones criminales, para que sus líderes puedan seguir haciendo sus negocios bajo el amparo de la zona exclusiva de Polanco.
