Raúl Flores Martínez.
Mal inicia el año para el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador que inició con una fuga de 30 internos del penal de Ciudad Juárez, una fuga que quizá para muchos, copete a nivel estatal; sin embargo, es de trascendencia nacional por uno de los involucrados.
También el hecho, de que la consentida del profesor, la ministra Yasmín Esquivel, no haya quedado como la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, algo que no le cayó bien al Presidente López Obrador, quién ya se frotaba las manos al tener bajo su yugo a la Suprema Corte.
El año 2023 abrió con la fuga de Ernesto Piñón de la Cruz, “El Neto”, quien cumplía desde 2010 una pena de más de 200 años de prisión en el Cereso 3 de Ciudad Juárez, Chihuahua, por el secuestro de al menos 30 personas; también César Vega Muñoz, El Chelín, otro líder criminal que es considerado aliado del Cártel de Sinaloa.
“El Neto”, es el líder de una escisión de Los Mexicles, conocida como Fuerzas Especiales Mexicles y que presuntamente operaba desde el Cereso 3 de Ciudad Juárez.
En su momento el ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral reconoció que “El Neto”, es uno de los narcos más desalmados de Los Mexicles y era uno de los generadores de mayor violencia en Ciudad Juárez “desde prisión y ahora volvió a las calles”.
El narco más duro y desalmado del grupo criminal de los Mexicles, “El Neto”, sustituto de “El Lalo””
“El Neto” ordenaba decapitar a sus víctimas para después colocar las cabezas dentro de hieleras marcadas con las siglas FEM (Fuerzas Especiales Mexicles) como método de mensaje en contra de grupos rivales.
Una semana antes de ser condenado a 224 años de prisión, un comando intentó liberar a El Neto durante su traslado al juzgado donde se realizaría la audiencia. Sin embargo, durante el enfrentamiento el joven resultó herido y fracasó el “rescate”.
Estas dos fugas tienen un porqué, de acuerdo con la Información Filtrada de las áreas de inteligencia del Gobierno Federal, estos dos fugados fueron requeridos por los “Chapitos” para hacerle frente a las células del Cártel Jalisco Nueva Generación en algunas plazas del norte del país.
Solo debemos esperar un año de más enfrentamientos entre estos grupos criminales que le pondrán una violencia extrema a cada uno de los “topones”, como se maneja en el argot criminal.
También debemos esperar la reacción de la ministra Yasmín Esquivel, quién ya perdió toda la poca credibilidad de la cual tenía, ahora a esperar el resultado del descrédito del plagio o no de una tesis que por lo visto, terminará con su carrera judicial.