Raúl Flores Martínez.
La escena que se puede ver en el video que ha inundado las redes sociales, lo dice todo Ken Omar “N”, atropello y le quito la vida a don Jorge Claudio en su loca carrera cuando conducía en estado de ebriedad en el municipio de Cuautitlán Izcalli en el Estado de México.
Cómo siempre la inoperancia y la gran corrupción que existe en la Fiscalía del Estado de México, se hizo presente al dejar en libertad al conductor pese a que cometió un homicidio culposo con dos agravantes, el estado de ebriedad y haber huido de la zona del atropellamiento.
El acusado ofreció pagar 230 mil pesos, como indemnización por la imprudencia que cometió, además de cubrir los gastos funerarios; sin embargo, la familia de Jorge Claudio no aceptó.
Cómo van aceptar un dinero por la vida de un ser amado, cómo una persona irresponsable que maneja en estado de ebriedad, puede andar cómo si nada por la calle; ese tipo de personas, son las que ponen en riesgo a otros seres humanos que, sin deberla y temerla, salen a trabajar o hacer sus actividades y pueden encontrar la muerte por imprudentes como Ken Omar.
Qué pasara por la cabeza de la agente ministerial, Leticia Meraz, quién lo dejó en libertad, porque los peritajes tardaron en presentar las pruebas en el plazo legalmente establecido.
Es decir, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, tras las diligencias realizadas determinó que el delito por el que se le acusó no amerita prisión preventiva, y fue puesto en libertad tras presentar una póliza de seguro que supuestamente garantiza la reparación del daño.
Quizá en este caso se aplica la máxima de ¿Dónde está la Justicia?
Es sorpréndete que algunos funcionarios de la Fiscalía del Estado de México, no puedan hacer nada utilizando las leyes para aplicar la ley, que supuestamente están defendiendo.
Ahora los familiares de Jorge Claudio buscan justicia, a través de las redes sociales han difundido la invitación para una marcha este jueves a medio día; nuevamente una marcha para exigir, lo que está en las leyes; solo basta que se apliquen.
Cuántos casos, cómo el de Jorge Claudio hay en México, por lo menos yo conozco dos casos cercanos, donde el ministerio público por arte de magia desaparece pruebas del alcoholemia y diversas pruebas.
¿Dónde está la Justicia?