Raúl Flores Martínez.
La inseguridad en México, es pan de todos los días, inseguridad que genera el, crimen organizado y la delincuencia común; sin embargo, hay una inseguridad silenciosa que está atacando a personas de la tercera edad, sobre todo aquellos que se encuentran solos, sin un familiar cercano.
El despojo de inmuebles, es algo que se está dando en los últimos meses en la ciudad de México, algunas alcaldías como Cuauhtémoc e Iztapalapa, se da a más no poder, gracias al apoyo de funcionarios medios del Registro Público de la Propiedad que están en contubernio con algunas organizaciones populares o algunos vivales que invaden las casas para despojarlas de sus legítimos dueños.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre 2015 y 2018 los despojos aumentaron 5.8 por ciento en promedio anual, mientras que entre 2018 y 2021 aumentaron 8.4 por ciento; de continuar con este incremento, se tiene la perspectiva que al término del actual sexenio los despojos llegarán a alrededor de 195 mil, 48.7 por ciento más que los registrados en el sexenio de Peña Nieto.
Algo que debe de llamar la atención, es que en México hay dos delitos que se han incrementado, la extorsión y el despojo de inmuebles de acuerdo con el del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la extorsión que podría alcanzar el máximo histórico en el país, que han estado aumentando en los últimos años.
En el periodo que va de enero a abril de 2018 al mismo cuatrimestre de 2022 se han incrementado 55.6 por ciento. Pasaron de 6.7 mil extorsiones en 2018 a 8.8 mil extorsiones en 2021, inclusive durante la pandemia. En mayo de 2022 ya sobrepasaron las mil extorsiones en solamente un mes.
Este delito se enfoca principalmente en comerciantes de mercados o zonas populares, los cuales pagan de los 3 a 20 mil pesos, dependiendo del giro comercial, algo que ha sido denunciado en reiteradas ocasiones; sin embargo, ante la falta de una estrategia contundente los grupos del crimen organizado y la delincuencia común han encontrado en este delito, un nicho de ganancias ilícitas.
Estos son los delitos silenciosos a los que no se les ha puesto mucha atención, extorsión y despojo de inmuebles, dos delitos que afectan a los que menos tienen por la falta de estrategia para menguar el accionar del crimen organizado y de la delincuencia común.
