Por. José C. Serrano
Guillermo Sheridan Prieto nació en la Ciudad de México hace 72 años. Es un escritor, periodista, crítico literario y académico mexicano.
Estudió la licenciatura en letras en la Universidad Iberoamericana (UIA), la maestría en la Universidad de Anglia del Este (Inglaterra) y el doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras (FFL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ha sido docente en la UIA, en la FFL de la UNAM y en el Colegio de México (COLMEX). Es investigador desde 1978, adscrito al Centro de Estudios Literarios e Investigaciones Filológicas de la UNAM e investigador en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) desde 1987, y tiene el nivel III desde 1988. Ha fungido como académico visitante en universidades de Escocia, Francia y Estados Unidos.
Desde 1980 ha laborado como editorialista sobre asuntos culturales, políticos y universitarios en los diarios Unomásuno, La Jornada y Reforma, así como en las revistas Proceso, Vuelta y Letras Libres.
Guillermo Sheridan ha difundido una misiva en la que sostiene que la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), licenciada Yasmín Esquivel Mossa, se ha declarado lista para presidir esa institución del Poder Judicial de la Federación (PJF), una ambición que parece apoyar el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La ministra ha sido crítica de la corrupción a la que declara “un cáncer que aqueja a las sociedades”, y más cuando ensucia la impartición de justicia. “En el tema de la corrupción debemos ser implacables”, agrega enfáticamente.
“Un aspecto que tenemos, que es muy fuerte y relevante para combatir la corrupción, es la denuncia”, por lo que convocó a la ciudadanía a denunciar la corrupción donde se vea.
En mi calidad de ciudadano, expresa Guillermo Sheridan, y acatando el llamado de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, procedo, pues a denunciar un acto de corrupción cometido por la pasante Yasmín Esquivel Mossa.
Este acto consiste en que la tesis para obtener la Licenciatura en Derecho que la pasante aludida defendió en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Aragón de la UNAM, en septiembre de 1987, titulada Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A es plagio de una tesis previa con idéntico título, que en julio de 1986 defendió el sustentante Edgar Ulises Báez Gutiérrez en la Facultad de Derecho de la UNAM.
Las portadas de ambas tesis son idénticas; los sustentantes son diferentes, así como las casas de estudios donde las defendieron. Asimismo, en la primera página del índice de ambos textos existe una gran similitud.
Guillermo Sheridan considera que la pasante Yasmín Esquivel Mossa plagió en su totalidad la tesis de Báez Gutiérrez. Esto significa que la tesis de Esquivel queda invalidada, así como su título profesional de Licenciada en Derecho, mal habido, en tanto que se consiguió, engañando a los sinodales, a la UNAM, a sus compañeros, al pueblo de México que financió sus estudios y, desde luego, a sí misma.
A quien no engañó nunca fue a la directora de su tesis, la licenciada Martha Rodríguez Ortiz, que debería haberse percatado del hurto, pero no sólo por ser la directora, sino porque también dirigió la tesis de Edgar Ulises Báez Gutiérrez y, por lo tanto, la conocía bien: una tesis idéntica a la de la pasante Yasmín Esquivel.
De todo esto cabe suponer que la directora de tesis Rodríguez Ortiz y la pasante Esquivel Mossa obraron de común acuerdo en la elaboración del fraude. Eso quiere decir que no sólo fue un plagio, sino un acto de corrupción, ese “cáncer” contra el que es necesario ser “implacables”, como exige la pasante Yasmín Esquivel Mossa desde el cómodo sillón que ocupa en la SCJN.
Mientras tanto, AMLO, en un desplante de valemadrismo superlativo minimizó la acusación al señalar que “cualquier error fue como estudiante”. Corresponde a la UNAM abrir una investigación profunda para esclarecer este tema que afecta directamente a esa casa de estudios, así como al Poder Judicial de la Federación.