Carlos J. Pérez García.
Miren, eso de “liberales” contra “conservadores” que utiliza hoy el presidente como remedo de aquellos del siglo XIX en México, resulta por lo menos confuso e incoherente. Igual lo de “neoliberales” no es nada claro, pues parece algo intangible y peyorativo contra los economistas, pero luego dice que es equivalente a “neoporfiristas”.
Así, pues considero muy útil que precisemos a partir del significado histórico y actual de palabras como liberal y liberalismo. Recurro a un reciente artículo de un sabio mexicano, el poeta, intelectual y ensayista Gabriel Zaid (Liberales y Libertarios, Letras Libres, julio de 2022), quien ha sido atacado por Amlo, al igual que otro de nuestros más talentosos pensadores, Roger Bartra, el sociólogo, académico y escritor de izquierda. Claro, el mandatario suele rechazar la capacidad.
Bueno, la palabra liberal es hoy ante todo política, pero los conceptos cambian con el tiempo y antes era moral. Sonaba a liberalidad, y viene del latín liberalis para la conducta generosa de los hombres libres. En la Edad Media se llamó ars liberalis a las artes dignas de la universidad, frente a los aprendizajes de oficios y trabajos.
La palabra francesa libéral ‘de un hombre libre’ comenzó a usarse en el siglo XIII. En cambio, libéral ‘favorable a las libertades individuales en el orden político’ se usó por primera vez hacia 1750 y se volvió común a fines del XVIII. Luego, en 1818 apareció libéralisme y en 1858 libertaire ‘que no admite ni reconoce limitaciones a la libertad en materia social o política’.
En el siglo XVI surge en España el uso político: liberal opuesto a los extremismos de derecha e izquierda. De allí pasó a aplicarse (primero en España en 1810) a un partido político antes que en otras lenguas, y México fue el primer país hispanoamericano en tener un Partido Liberal (1822). Lo libertario exaltó la libertad radical con elementos de anarquía y la supresión de todo gobierno y toda ley. Era el antiautoritarismo en una vida libre de limitaciones.
Hay rasgos comunes entre lo liberal y lo libertario: el amor a la libertad y el rechazo a la esclavitud, la opresión, la desigualdad, la miseria y el Estado. Los liberales piensan que el Estado es un mal necesario. Los libertarios creen que lo mejor es nada: ni Estado ni ley ni patria ni Dios. Algunos liberales se desvían por el dinero (público o privado), y algunos anarquistas por la violencia (clandestina o abierta).
Los liberales en Estados Unidos han favorecido la intervención del Estado para reducir el poder de los ricos, mientras en Europa se oponen a ella. Las grandes empresas se imponen en el mercado y los grandes sindicatos se alían a las empresas y el gobierno. El intervencionismo es necesario en ciertos casos, aunque conduce a burocratizar la vida social y estatizar la economía con efectos negativos. Ante ello, oigan, renacen las propuestas liberales.
En fin, la confusa palabra neoliberal fue acuñada por el economista alemán Rustow (1885-1963) que planteó una “economía social de mercado” para evitar los excesos del intervencionismo y del laissez faire. Esa expresión positiva resultó satanizada cuando los ‘Chicago Boys’ (economistas formados por Milton Friedman) lograron una recuperación sorprendente de la economía chilena. Liberaron la vida económica, pero no la política, lo cual afectó su reputación.
Todo ello, concluyo, nos muestra qué tan extraviada está la 4T: En contra de la libertad de mercado, de elección, de pensamiento, de expresión… Confirmamos que populismo equivale a demagogia y fracaso final, a la vez que hoy para nada significa liberalismo frente a conservadorismo.
* AQUÍ VAN OTRAS CITAS pertinentes para el México actual:
– Cuando los gobiernos temen a la gente, hay libertad. Cuando la gente teme al gobierno, hay tiranía. * Thomas Jefferson.
– Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo, y con sus hechos lo traicionan”. * Benito Juárez (Frase del Benemérito que nunca menciona el señor Amlo).
@cpgarcieral