Rubén Cortés.
La negativa del gobierno mexicano a condenar a Irán por la represión de mujeres se entiende, porque los regímenes de los ayatolas y de la autollamada “Cuarta Transformación” son aliados en la diplomacia contra Israel, y un avión de terroristas iraníes acaba de hacer escala en México, procedente de Rusia.
Pero, sobre todo, es lógico que el México donde son asesinadas 11 mujeres diarias y el presidente dice que son falsas el 90 por ciento de las llamadas de éstas al 911, se haya abstenido de echar a Irán del organismo de la ONU en defensa de los derechos de las mujeres. Para el México de la 4T, las mujeres son enemigas.
De ahí que los gobiernos aliados del actual régimen en México sean los que peor tratan a las mujeres en el planeta, como ocurrió en esta votación, en la cual a México lo acompañaron Congo, India, Tailandia y China, en todos los cuales las mujeres son enemigas. Vamos, en China hasta les prohíben tener más de un hijo.
Además, México no condenó a Irán ahora en la ONU porque la dictadura oscurantista de los ayatolas es su compañera de viaje en el bloque totalitario que encabeza Rusia. En México hizo escala un avión del dictador Nicolás Maduro, que está detenido Argentina, y que el FBI vincula con el terrorismo islámico.
La nave era piloteada por Gholamreza Ghasemi, un militar de alto rango de Fuerza Quds, que es una división de La Guardia Revolucionaria de Irán, considerada terrorista por Estados Unidos, porque surte de armas, dinero, inteligencia y logística al activísimo terrorismo iraní.
Según el FBI, el piloto también trabaja para Hezbollah, grupo islámico al que Irán le da 200 millones de dólares al año y que violan la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con sus ataques terroristas. En estos momentos, el aparato sigue detenido en Buenos Aires, ha pedido de Estados Unidos.
Durante su escala en Querétaro, el avión terrorista cargó autopartes. El gobernador dijo que el avión no cargó nada y su secretario de Desarrollo lo desmintió, al afirmar que sí cargo autopartes, y que registró una serie de contratiempos con la documentación.
Es decir, el voto por Irán no puede verse de manera separada de los vínculos del actual gobierno mexicano con Irán; y con Rusia, China, Cuba, Venezuela, Filipinas, Uzbekistán, Eritrea, Gabón, Indonesia, Libia, Mauritania, Namibia, Burkina Faso, Costa de Marfil, Armenia, Bahréin, Bangladesh, Argentina, Bolivia, Senegal, Somalia y Sudán.
Sin embargo, ahora se trataba de condenar algo que es francamente muy difícil no condenar: los actos de represión y el uso desproporcionado de la fuerza contra las mujeres y la población civil en general.
Pues eso apoyamos.