Carlos J. Pérez García.
Es él, sí… El señor Amlo viene a ser sin duda el mexicano (presidente o no) que más ha sido insultado en el país y en el extranjero. Él, fíjense, ha provocado muchos de esos ataques o agresiones verbales, tal vez para beneficiarse en el papel de víctima, pero creo que el escarnio ha ido demasiado lejos incluso en lo personal y lo familiar.
La investidura presidencial queda hecha añicos y él se queja pero simula reírse. Su popularidad entre sus fieles y empleados se nutre de ello y de otros factores, aunque sus habilidades de agitador no le sirven a nuestro país y eso me parece lamentable.
Su fracaso es monumental y muy diverso, pero nos da enseñanzas que pueden ser útiles, además de que ahora no tiene sentido ensañarse con él. Debemos prepararnos para enmendar y revertir errores y desviaciones que ya generan malestar social y complican el futuro.
El individuo ya no interesa tanto, como digo, y ni caso tiene odiarlo o combatirlo. Habrá que ir a los problemas y cerrar heridas para generar cierta viabilidad en cambios a mediano plazo hacia el futuro.
Se requerirá una verdadera reconciliación hasta donde sea posible, les guste o no a los feligreses de la 4T y a los anti-Peje que están tan ofendidos…Tomará tiempo reconstruir conforme se abata la polarización, ya sea que haya habido sangre derramada o que lo hayamos podido evitar.
Sus intenciones eran buenas, claro, aunque muchas cosas salieron al revés. Y no busquemos otras guerras incluso más crueles o destructivas.
El señor no tiene remedio, les puedo asegurar. Ya se perdió el sexenio en mayor medida, y su desfile oficial sólo fue un remedo desesperado de lo que hacían Stalin, Mao, Hitler, Mussolini, Fidel o Franco, aquellos autócratas antidemocráticos que se decían “de derecha” o “de izquierda”.
Aunque para este inhumano inmoral todos son “logros”, deja pendientes graves y evidentes en educación, salud, estado de Derecho, seguridad, inversión privada, crecimiento económico, generación de empleos, muertes violentas o evitables, crimen organizado, pobreza, unidad nacional, rentabilidad de Pemex y CFE o desmilitarización, por no mencionar su descentralización regional, los precios de la gasolina, su empresa gasera o la venta del avión presidencial. Nada bueno, el saldo.
Miren, se ha generalizado y normalizado la mentira política pues los funcionarios, legisladores y gobernadores recurren hoy a ella en forma descarada, igual que con la impunidad y la corrupción en muchos ámbitos. A su vez, hay un problema de educación en este líder mesiánico y su entorno: no tanto de modales o manuales, sino en cuanto a respetar y escuchar a los demás, no mentir, considerar sus posiciones o ponerse en su lugar.
Aun con sus limitantes, ya hemos conocido la democracia y las libertades de tal manera que las vamos a defender, a partir de los liderazgos más decididos de una clase media que pasa ahora de la defensiva a la ofensiva.
Les cuento que, tras no perderme casi ninguna mañanera estos 4 años, hace dos semanas decidí ya no verlas… Es suficiente. ¡Ya! Me sirvieron para opinar. ¿Cómo ven?
* BUENO, EN EL MUNDIAL de Futbol, México también estuvo mal y pudo mejorar como lo requiere el país.
* HAY OTRAS CITAS MUY relevantes. Lo que vivimos hoy no es nuevo ni único.
– El gobernante que tiene aduladores revela un carácter débil que gusta solamente de satisfacciones egoístas. * R. Flores Magón, periódico Regeneración, 1910.
– La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo. * Platón.
– El populismo exalta al líder… No lo hay sin la figura del hombre providencial que resolverá, de una buena vez y para siempre, los problemas del pueblo. * E. Krauze, 2005.
– El general Díaz para gobernar solo y ser el único amo, se ha rodeado de un grupo de autómatas, de hombres que no tienen más voluntad que la del jefe, de gente sin iniciativa y perdida completamente… * R. Flores Magón, 1900.
– El poder siempre busca domesticar lo que no puede controlar. * A Pérez-Reverte.
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