Raúl Flores Martínez.
México se convirtió desde hace años en una fosa clandestina, se volvió en un campo de batalla, dónde los muertos son parte de la historia que se escribe todos los días en esta administración de la Cuarta Transformación.
Tan solo en lo que va del sexenio, se han registrado 112 mil 150 homicidios en el país, principalmente en Guanajuato, Baja California, Estado de México, Michoacán, Jalisco y Chihuahua, entidades donde las huellas del crimen organizado, nunca se borraran.
Tan solo el número de homicidios dolosos en México subió un 2,29 por ciento anual en octubre pasado hasta los 2 mil 766 asesinatos, lo que lo convierte en el segundo mes más violento de 2022 hasta ahora.
De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, los datos de octubre pasado se comparan con los 2 mil 704 homicidios del mismo mes de 2021 y también implican una subida mensual de 4,57 por ciento frente a los 2 mil 645 asesinatos de septiembre pasado.
Los asesinatos registrados en octubre solo están por debajo de los 2 mil 827 reportados en mayo pasado, el mes con más víctimas en lo que va de 2022; sin embargo, la mayoría de estos homicidios, se quedarán encarpetados y sin resolver.
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) han ocurrido 112 mil 150 homicidios dolosos en seis estados concentran casi la mitad de los homicidios.
Homicidios que nunca serán aclarados por la simple razón de haber sido encarpetados y etiquetados, cómo Crimen Organizado. Está etiqueta se impuso desde el sexenio de Felipe Calderón, una etiqueta que se pone en las carpetas que van directamente al archivo muerto.
Esto lo han hecho los ministerios públicos de los estados que están manchados de sangre del crimen organizado, esas muertes jamás serán investigadas; incluso delincuentes comunes han ejecutado a sus víctimas, qué con el solo hecho de ponerle unas cartulinas, ya pasan a ser parte del crimen organizado y enviado al archivo.
Así las muertes en México, más de 112 mil 150 homicidios dolosos que pesan sobre las espaldas del Presidente Andrés Manuel López Obrador qué aún así, se llena la boca con su marcha de la “lealtad” del “triunfo” para celebrar una administración que se está pudriendo entre las ejecuciones del crimen organizado y las desapariciones.