Raúl Flores Martínez.
El próximo 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, un día dónde funcionarios, gobiernos y diversos entes, se llenan la boca declarando estar contra todo tipo de violencia.
Violencia que las propias autoridades ejercen sobre las mujeres; puedo enumerar las injusticias, amenazas y sobre todo el desprecio de funcionarios, ministerios públicos y jueces contra diversas mujeres que lo único que hacen es querer acceder a la mentada justicia.
Puedo enumerar algunos casos, casos ya conocidos y otros desconocidos que daría vergüenza para los jueces, saber que pudieron hacer justicia y lo único que han hecho es dejar a la deriva a las mujeres que piden apoyo institucional, qué sólo piden algo a los que todos tenemos derecho, algo llamado justicia.
Ayer, sufrí una amenaza directa mientras circulaba por el municipio de Nezahualcóyotl, una amenaza de dos tipos que solo recibieron órdenes de alguien que muy pronto sabre quién es, algo que me está zumbando en los oídos es la frase “Pinche activista de mierda, piche puto feminista, bájale de huevos con la ñora que apoyas, porque a la próxima ya no la cuentas”.
Amenaza, solo una simple amenaza que, para mí. Solo ladridos de perros que tratan de intimidar a quién desde hace años perdió el miedo. Feminista, sí. Activista, también, por largos años he sido activista contra la Trata de Personas, y en los últimos años, he dado a conocer la violencia que sufren las mujeres, si eso es el ardor de algunos, pues que se aguanten.
Quizá el apoyar con trabajo periodístico a mujeres que han sido violentadas por sus exparejas o parejas, por ministerios públicos, abogados, jueces o juezas; es algo que debe de darse a conocer, porque de nada sirve que se quiera conmemorar un Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, mientras se sigue pisoteando los derechos de aquellas que son víctimas.
Lo que no saben esos amenazadores son dos pequeños detalles, uno quedó claramente grabados por dos cámaras de seguridad qué tienen plasmada su linda carita, y las placas de su automóvil. Dos quizá solo sea cuestión de jalar un poco el hilo para llegar con el autor de las amenazas.
En los últimos días he dado a conocer el caso de Laura “S”, quién desde hace más de 24 años ha sido violentada por su ex esposo, violentada a pesar de que ya lleva más de cuatro años divorciada y aún sigue probando la violencia por su ex pareja y ahora por su propio hijo, esto porque las autoridades del Estado de México, no le han permitido el acceso a la justicia.
La pregunta ¿Por qué no hay justicia? Sencillo, el agresor ha comprado las voluntades de policías y ministerios públicos para cambiar los hechos, la impunidad que logra el dinero.
Ahora esa justicia que tanto requiere Laura, está en las manos del titular del Juzgado Quinto de lo Penal de los Juzgados de Control Neza-Bordo, quién de acuerdo a las fuentes, es un “juez duro contra los violentadores”; sin embargo, el agresor tratará de “llegarle a su precio”, cómo ya es una costumbre en su estrategia de impunidad.
