Dolores Colín.
Las instituciones electorales requieren de fortalecimiento, no de su eliminación. Por décadas, hombres y mujeres comprometidos con los derechos fundamentales de participación política han construido las instituciones electorales que nos han permitido tener elecciones libres y con certeza.
En esta jornada en defensa de la democracia, nos alertan los pronunciamientos de personajes cercanos a la cabeza de la 4T como Porfirio Muñoz Ledo, quien calificó como histórica la Marcha, pero fue más allá al asegurar que es “el principio del fin de AMLO, porque los ciudadanos ya le perdieron el miedo a su discurso de odio”; Daniel Gimenez Cacho, actor que se le identificó con la 4T, llamó a defender la democracia e invitó a participar en la Marcha, en la que no participó por estar fuera del país; otro hombre del Presidente fue el joven político Gibran Ramírez, que en Twitter habló de su decepción y angustia por lo que está pasando en el país.
Los puntos más cuestionados de la iniciativa del jefe del Ejecutivo son la desaparición del INE y la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), la reducción del número de consejeros y su elección por voto popular; la eliminación de los Oples; acabar con el padrón electoral confiable y eliminar 200 diputados y 32 senadores.
El discurso de José Woldenberg, quien fuera el primer presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), fue contundente y describe como la iniciativa presidencial pretende destruir buena parte de lo construido en materia electoral. Y dejó de tarea a todos los grupos parlamentarios que eviten regresar al autoritarismo.
SUSURROS
- Hoy, Rosario Piedra Ibarra cumple tres años al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cargo que solo le ha servido para desaparecer la institución. En la defensa de los Derechos Humanos ha sido omisa y cercana a la 4T.
- Ante los retos que impone el cambio climático, las petroleras del mundo están invirtiendo y haciendo grandes esfuerzos por reducir su impacto ambiental, y Petróleos Mexicanos (Pemex) no es la excepción. A poco más de un año de haber implementado una estrategia de aprovechamiento de gas la empresa productiva del Estado ya redujo sus emisiones contaminantes, pues durante el tercer trimestre de este año, las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 29% anual, mientras que específicamente el metano disminuyó 17%, el óxido de azufre 23.7% y el dióxido de carbono equivalente 13.6%. La petrolera mexicana se comprometió a que al final del sexenio las emisiones de gas metano se reducirán hasta 98%, por lo que está destinando importantes recursos en infraestructura, mantenimiento e incluso en cierre de pozos con tal de lograr ese objetivo. Sin duda están convencidos de que el petróleo es lo de hoy, pero también de que hay que hacerlo de forma responsable y sustentable.