Rubén Cortés.
Mientras el presidente entretiene a la mayoría superándose a sí mismo, cada día, en la creatividad para la ofensa, uno de sus sostenes principales en el poder, el Ejército, sumó a la aerolínea particular que le dio el mandatario, una cadena hotelera en Campeche, Quintana Roo, Yucatán y Chiapas.
Es igual que el Ejército cubano que, en plena pandemia, gastó cuatro mil millones de dólares en la construcción de hoteles, que se suma a los que ya tiene, y que lo coloca como una de las empresas hoteleras más ticas del mundo, por delante de las cadenas Caesar, Walt Disney Company, Iberostar y Barceló.
El nuevo proyecto de enriquecimiento del Ejército mexicano fue anunciado por el propio presidente, quien pretende que los militares se estrenen como hoteleros tan rápido como dentro de 12 meses, regenteando seis hoteles a lo largo del Tren Maya, que debe llegar hasta las inmediaciones de su rancho en Palenque.
De hecho, uno de los primeros hoteles regenteados por los militares estará en Palenque, donde la llegada del Tren Maya generará mucho dinero con una inversión de 112 millones de pesos para rehabilitar áreas verdes, construir carreteras, una ciclovía y espacios comunitarios que harán más atractiva la zona.
Con el proyecto hotelero, las entradas de lana a los militares son ya incuantificables, aunque reciben la quinta parte de los ocho billones del Presupuesto Federal, a un ritmo de 500 millones de pesos diarios, sin contar, por supuesto, los muchos más que son imposibles de conocer porque son asuntos de “seguridad nacional”.
Sin embargo, por dedicar su tiempo a los negocios, los resultados militares del Ejército son muy malos. Por ejemplo, se le caen helicópteros por falta de gasolina, le son hackeadas las redes computarizadas, decomisan menos droga, detienen a menos narcos y el número de asesinatos en el país ya llega a 140 mil en tres años.
A juzgar por los pobres resultados del Ejército en las labores que le corresponden según la Constitución, se puede pensar que en realidad a los militares no están llegando en realidad los 500 millones de pesos diarios que reciben del Presupuesto Federal, y ese dinero se queda en el algún lugar del camino.
Y según el Cuarto Informe del presidente, en 2021 el Ejército eliminó apenas mil 40 hectáreas de mariguana y 11 mil 162 de amapola: la cifra más baja en los últimos 20 años; y capturó 91 toneladas de mariguana, 32 mil pastillas de drogas sintéticas y 207 kilogramos de goma de opio: las cifras más bajas en 20 años.
Pero es un Ejército que recibe 770 mil millones de pesos del Presupuesto, más las ganancias que retienen de sus empresas.
Millonarios y sin resultados.