Raúl Flores Martínez.
Ni cómo ayudarles a los fanáticos del tlatoani de Macuspana, quienes se abalanzan como furiosa jauría contra, quién o quiénes critican a su mesías, a su Dios de la mentira, pero al fin su Dios.
En la última semana veo las redes sociales de la fanaticada enferma, de esos que, por unos pesos, son capaces de crucificar a su propia madre en las redes sociales, he visto cómo aquellos que llenan los bots de mensajes llenos de rencor, llenos de ignorancia contra tres personajes que piensan diferente al Presidente López Obrador.
Tres personajes, dos de una gran trayectoria en la cultura internacional y un actor que ha dejado huella en la cultura popular, tanto en series de televisión, cine y teatro; pero eso no lo saben los ignorantes que atacan rabiosamente a estás figuras mexicanas.
Uno de ellos, es el arqueólogo y recién ganador de la princesa de Asturias, Eduardo Matos Moctezuma, quien ha aportado al mundo varios libros, además de más de 500 artículos, catálogos y guías; además de los descubrimientos del Templo Mayor, esos que están a un lado de Palacio Nacional.
La furia de las focas aplaudidoras, es el discurso del arqueólogo mexicano en los premios Princesa de Asturias, un discurso llenó de razón y dedicatoria.
“La Historia es implacable en sus juicios, no se puede pretender manipularla, no cometer el despropósito de tergiversarla, mala consejera es la ignorancia que muchas ocasiones llevan a la mentira”
El otro es el escrito y periodista Juan Villoro qué a través de sus libros y aportaciones en diversos periódicos nacionales e internacionales, nos ha educado a varios asiduos a sus letras.
Periodista y escritor de fina estampa qué al igual que Matos, le han restregado con análisis bien cimentados, sus verdades al politiquillo tabasqueño que tergiversa e inventa a su antojo la cultura nacional.
Uno más que esta dentro del torbellino de críticas de los lamebotas, es el actor Joaquín Cosio, quien defendió al escritor Villoro ante los ataques de López Obrador.
La pequeña mente y falta de neuronas, de nuestro Presidente que contagia a sus seguidores, solo atina a descalificarlo al nombrarlo, cómo uno de sus personales “El Cochiloco”. Sin qué se hayan dado cuenta, qué este actor tiene una nutrida y sólida carrera.
La coincidencia de Matos, Villoro y Cosio, es la de criticar al Presidente en turno, pero hay una coincidencia más grande que rebasa las críticas de la oleada rabiosa de los seguidores de YSQ, esa coincidencia, se llama éxito por esfuerzo propio y no por mentir, y ser parte de un partido político.
Si les duele, ya saben “pónganse vitacilina”.
El otro es el escritor y periodista Juan Villoro qué a través de sus libros y aportaciones en diversos periódicos nacionales e internacionales, nos ha educado a varios asiduos a sus letras.
Periodista y escritor de fina estampa qué al igual que Matos, le han restregado con análisis bien cimentados, sus verdades al politiquillo tabasqueño que tergiversa e inventa a su antojo la cultura nacional.
Uno más que está dentro del torbellino de críticas de los lamebotas, es el actor Joaquín Cosio, quien defendió al escritor Villoro ante los ataques de López Obrador.
La pequeña mente y falta de neuronas, de nuestro Presidente que contagia a sus seguidores, solo atina a descalificar al nombrarlo, cómo uno de sus personales “El Cochiloco”. Sin qué se hayan dado cuenta, que Joaquín Cosio tiene una nutrida y sólida carrera.
La coincidencia de Matos, Villoro y Cosio, es la de criticar al Presidente en turno, pero hay una coincidencia más grande que rebasa las críticas de la oleada rabiosa de los seguidores de YSQ, esa coincidencia, se llama éxito por esfuerzo propio y no por mentir, y ser parte de un partido político.
Si les duele, ya saben “pónganse vitacilina”.