México.- El sector vitivinícola nacional representa un motor de desarrollo, cuyo dinamismo se refleja en los más de 500 mil puestos de trabajo que genera y que lo convierten en la segunda fuente de empleos en el sector agrícola mexicano, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, al inaugurar el 43 Congreso Mundial de la Viña y el Vino.
Resaltó que en México se destina una superficie de 35 mil 823 hectáreas, de las cuales se obtienen alrededor de 452 mil 927 toneladas de uva de todas las vocaciones y más de 73 mil toneladas de uva-industrial, lo que permite producir casi cuatro millones de cajas de vino al año, en los 15 estados productores de vid.
Ante vitivinicultores, investigadores, académicos y autoridades de más de 48 naciones, el funcionario federal destacó que México tiene gran variedad de vinos para degustar: Merlot, Chardonnay y Sauvignon Blanc, de Baja California; Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Cabernet Franc de Guanajuato; los Sauvignon Blanc y Pinot Noir de Querétaro, entre otros.
El funcionario federal resaltó la calidad de los vinos mexicanos en la época más reciente y su gran tradición desde 1593, con el establecimiento de la primera bodega para la elaboración de vino en la región de Parras, Coahuila, en el norte de México.
Señaló que el país tiene diferentes actividades turísticas asociadas a la industria vitivinícola como la antigua Ruta del Vino y la Ruta del Vino de Baja California, la ruta de arte, queso y vino de Querétaro; así como las rutas del vino en Aguascalientes, Guanajuato y Coahuila.
El titular de Agricultura indicó que aunque el país es relativamente joven en la producción de vino, hoy se coloca como vigésimo cuarto productor mundial, con una expectativa de crecimiento bastante favorable y, pese al panorama mundial y su impacto en el rubro agroalimentario, este sector ha sido resiliente.
Resaltó que para Agricultura y el sector es un honor que México sea sede del Congreso Mundial de la Viña y el Vino, ya que su bloque científico es histórico y de gran importancia, y representa una oportunidad para dar a conocer el trabajo que se ha realizado en el país en materia de investigación e innovación, además de recibir las propuestas de los 48 países que participan.
El presidente de la Organización Internacional del Vino y la Viña (OIV), Luigi Moio, destacó que a pesar de la contingencia por COVID-19 y los impactos externos como el cambio climático, el sistema productivo vitivinícola mundial no ha sufrido interrupciones y mantiene una tendencia al alza.
Expuso que el vino se ha impuesto como un fenómeno cultural mundial, sin embargo, es necesario echar a andar un programa de educación de esta bebida, para que el consumidor comprenda el alto valor cultural del producto, distinguir entre el abuso y el consumo responsable y responder a la campaña que acusa al vino de ser dañino a la salud.
Con información de la SADER