Raúl Flores Martínez.
Escribir sobre crimen organizado y sobre la crisis que enfrenta el actual gobierno en materia de seguridad, se define en un solo concepto que no les gusta a la Cuarta Transformación, el concepto de “fracaso”, una frase que les duele en lo más hondo de su ineptitud.
La estrategia mal lograda de los “Abrazos, no balazos”, no funciona y ni funcionará, todo lo contrario. La falta de accionar de los elementos de la Guardia Nacional que, durante su proceso de creación, estaba podrida con la mezcla de militares y civiles, un ingrediente perfecto para el fracaso.
La falta de pericia al manejar vehículos, se denota en esta nueva corporación militar al ser exhibidos en distintos accidentes automovilísticos, a eso le agregamos los actos de corrupción que se dan por estos elementos.
De acuerdo con los mandos militares de la Guardia Nacional, los “corruptos”, son los elementos de la extinta Policía federal que buscan de cualquier modo, seguir teniendo ese llamado “botín de guerra”, qué no es otra cosa que robarse las cosas de los detenidos.
Cómo reportero de seguridad, tuve la suerte de conocer las entrañas de la Policía Federal, desde su creación hasta su debacle y extinción, tuve la suerte de acudir a diversos operativos de esa corporación en Michoacán, Ciudad Juárez, Tamaulipas, Durango, Guerrero, Oaxaca y Estado de México.
Operativos que tenían dos ingredientes que dejó cientos de detenidos. Un ingrediente es la extrema violencia con la que actuaban en los operativos; sin importar que fuera contra narcotraficantes o para deshacer una marcha, cómo fue en el caso de Oaxaca.
Cómo las langostas los ex policías federales arrasaban con todo a su paso, rompían puertas, ventanas, autos, motocicletas, todo lo rompían como un acto de intimidación, eso estaba en sus manuales de operación. Incluso muchos de esos elementos que ahora están dentro de la Guardia Nacional, violaron a decenas de mujeres, delitos que quedaron impunes.
El otro ingrediente, es el llamado “Botín de Guerra”. En cada operativo los ex policías federales, llegaban a detener a los delincuentes o presuntos delincuentes; sin embargo, también a buscar que se robaban. Es decir, si veían un vehículo de lujo, motocicleta, pantalla de tv, computadora, etc; solo gritaban “Botín de Guerra” y en automático, eran los dueños de eso que habían tomado.
Acto seguido se buscaba hasta por debajo de las piedras las facturas de vehículos, ya sean automóviles o motocicletas, una vez obtenidas, ellos mismo cedían los derechos, endosar las facturas, como si lo hubieran comprado, y sin problema.
Eso generó que muchos elementos con sueldos que oscilaban entre los 12 y 15 mil pesos mensuales, tuvieran vehículos de lujo como BMW, Honda entre otros, incluyendo motocicletas de colección.
Hoy la Guardia Nacional tiene en su seno a esos elementos que están dados al “Botín de Guerra”, esa manía delincuencial, es parte del fracaso de esta administración para luchar contra el crimen organizado, a eso se le agrega que les ataron las manos a militares y marino para no hacerle daño a los sicarios amados por YSQ.
