Por. Patricia Betaza
Este fin de semana las protestas por la muerte de la joven iraní Masha Amini, llegaron de manera sorpresiva a la televisión estatal de Irán. La televisora fue hackeada. Uno de sus noticieros fue interrumpido mientras transmitía un discurso del líder supremo Alí Jamenei. Las pantallas mostraron una máscara y mensajes contra Jamenei como: “tus manos están llenas de sangre”.
El supuesto grupo Adalat Alí, o la Justicia de Alí, se hizo responsable de la protesta. Al hackeo de la televisora estatal, se suman las imágenes subidas en redes de jovencitas mostrando el dedo medio contra fotografías del ayatollah.
La muerte de Masha Amini por llevar mal el velo o hiyab, desencadenó lo que hasta ahora parece una ola imparable contra las políticas represivas del régimen iraní, especialmente hacia las mujeres. Amini fue detenida por la llamada policía de la moral por “violar la ley” que exige que las mujeres se cubran el cabello con velo. Después apareció muerta.
Las protestas que se han extendido a decenas de ciudades y a las que se han sumado hombres, han dejado al menos 185 muertos, decenas de heridos y más de dos mil detenidos.
Mujer, vida y libertad es el emblema de esta rebelión de mujeres que busca poner un alto ya a los excesos del régimen iraní. Las autoridades dijeron que la joven Amini habría muerto por falla múltiple y no por los golpes en la cabeza producidos por policías durante su arresto, como alegan familiares y amigos.
Ya son varios días de protestas masivas, que aun con todo la fuerza del Estado no se han podido aplacar. El líder supremo iraní ha acusado a Israel y a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones. Pero ahora desde los salones de secundaria, las jovencitas dicen ya basta, pisando las fotos del ayatollah. El grito Mujer, libertad y vida se extiende imparable en Irán y sus benditas redes sociales.
