México.- Un verdadero monumento al absurdo, a la soberbia y a la negligencia la descalificación que hizo el Presidente al hackeo de información que sufrió la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) y el riesgo inminente que implica señalo el vocero nacional, Marcos Aguilar Vega.
Para variar AMLO impuso su estrategia de minimizar las cosas importantes que suceden y saltan a la luz pública, empezando con su salud. El estado físico del Presidente de un país es un asunto de seguridad nacional, y en este caso bajo el clima de inseguridad que vivimos se convierte en un tema de gobernabilidad.
Lo cierto es que gracias a su política de “austeridad” se permitió un golpe informático de esta naturaleza, ya que desestimó la adquisición de programas de software de máxima seguridad.
Y ahora lo que no entiende o no quiere entender el Presidente, es que a su cargo sucedió la más grande violación a la seguridad del Estado mexicano de cual se tenga memoria.
Quizás empiece a tomar las cosas en serio a partir de que ha comenzado a circular información que deslegitima primero la lucha contra el crimen organizado debido a las presuntas alianzas de gobiernos morenistas con grupos delincuenciales que se expone en los documentos hackeados por Guacamaya; y segundo que han quedado expuestos más de mil casos de abuso sexual que van desde la violación hasta la tortura por parte del Ejército en medio de la obsesiva pretensión del Presidente por militarizar México.
Todos tenemos claro que el propósito de AMLO es aplicar un sistema dictatorial en el marco de un país que hoy goza de libertad y democracia, concluyó el vocero nacional.
Con información del PAN