Carlos J. Pérez García.
Miren. En política, cada día el gran lío de ayer empieza a ser ocultado por uno de los de hoy, y así ad nauseam si el proceso no continúa ad infinitum y acaba al país. Frente a ello estamos.
Entretenido y cansado al mismo tiempo, sigue este sexenio tan peculiar de un Líder y el culto a su persona aun con sus deficiencias.
Lo falso es cada vez más falso y más cínico. Viene a ser, piensan, la divulgación de un cuento útil.
Y, ojo, ¡quisieran que esto pudiera integrar el modelo educativo a futuro…! Representaría, pues, el exitoso fracaso de una nación y su pueblo.
Aunque mucho estará aún en nuestras manos, claro, si actuamos con inteligencia y decisión ante la complicidad, la corrupción, la impunidad y la imbecilidad.
* UN LECTOR EN LA prensa nacional resalta que AMLO pide “no guiarse por lo que dicen los adversarios”. Y continúa la carta: ¿Qué adversarios? Quienes no están de acuerdo con lo que hace y cómo lo hace, pero éstos no son sus adversarios, sino sólo gente preocupada por el futuro de nuestro país. En cambio, debería poner atención para corregir con discreta humildad los errores evidentes, así como evitar con determinación a los aplaudidores que tanto lo perjudican al festejarle hasta las peores ocurrencias.
Con eso basta, creo yo, aunque el filósofo Nietzsche igual nos advertía “Corrupción: El modo más seguro de corromper a un joven es enseñarle a apreciar más a los que piensan como él, que a los que piensan de otra manera”.
* ESTE SEPTIEMBRE ME VINO a la mente el bello poema Soy México, que ha sido difundido por Alberto Mayagoitia a través de sus videos. Van unos extractos.
Soy los ensayos de Octavio Paz, los poemas de la condición humana de Jaime Sabines, los voladores de Papantla y el Sol Azteca. Soy el humor ácido de Jorge Ibargüengoitia, una torta ahogada, una caguama familiar, la marihuana de Michoacán. Soy un Nocturno de Xavier Villaurrutia, el peyote de Real de Catorce, la sabiduría de María Sabina, el humor de Tin Tan. Soy ese morro de la secundaria con playera del TRI, un poemínimo de Efraín Huerta, el desierto de Sonora, un guerrero olmeca. Soy el amante de la informante en la novela de Cristina Rivera Garza, un cuento de piedra de Carlos Fuentes, un águila que traga serpientes. Soy un indio en los cuentos de Juan Rulfo, un detective salvaje de Roberto Bolaño. Soy los consejos de Alberto Chimal, una bestia de Juan José Arreola, un transeúnte de Alfonso Reyes, unas enchiladas con pollo, un tequila. Soy un olvidado de Luis Buñuel, un caifán de Juan Ibáñez, un pinche amor perro de González Iñárritu, un cuento de Francisco Tario. Soy el maguey del mezcal, el nopal del cerro, el pulque de los dioses, el inframundo maya, los poemas de Ramón Martínez Ocaranza. Soy Simón del desierto siendo seducido por Silvia Pinal, el ángel exterminador, los tres huastecos, los taquitos al pastor y la charanda. También soy todos mis muertos, todos mexicanos y enterrados en esta tierra; dice García Márquez, uno es de donde tiene enterrados sus muertos.
Concluiré esta síntesis en la columna del sábado 17 de septiembre.
* HAY TEMAS RELEVANTES QUE ya no he tratado en este espacio: 1) La invasión de Rusia a Ucrania, en el cual me equivoqué claramente al decir que sería un conflicto breve, y llega a 7 meses en gran escala con efectos económicos a nivel mundial… mejor sigo sin opinar aquí, y 2) La política en un país que quiero e interesa, Chile, ahora tras el triunfo de la izquierda y el rechazo a su propuesta de Constitución… No olvido la romántica ingenuidad del presidente Allende y su caída en 1973, que amenazaría con reproducirse en cierta forma… Si acaso me anima la reacción del joven presidente Boric ante su abrumadora derrota en el reciente plebiscito, pues la reconoció de inmediato, convocó al diálogo y la unidad, y no salió a acusar a nadie de fraude, ni se dijo víctima de un complot de neofifís, neoliberales o conservadores. Incluso cesó a varios leales radicales en su Gabinete.
cpgarcieral