Por. Rubén Cortés
En plena campaña de Estados Unidos, el presidente de México fue allá a elogiar a Trump como la última Coca Cola del desierto y fría. Luego tardó 42 días en reconocer a Biden. Y, con su actual discurso anti Biden, hace campaña de nuevo por Trump…
Pero el gen de los políticos populistas carece de códigos y no reconoce límites, así que Trump le paga mal al presidente y, en su campaña para volver a la Casa Blanca, el sábado volvió a denigrar al gobierno de México. “Si lo doblé”, repitió.
Trump contó otra vez, en un acto, la anécdota de cómo dobló al canciller Marcelo Ebrard para que México funcionara de muro antimigrantes, con el despliegue de soldados, y recibiera a los ilegales de todos los países que deportara Estados Unidos.
Según la descripción de Trump, Ebrard fue a verlo a Washington, entre el 2 y el 7 de junio de 2019, y le firmó un papel para que México blindara sus fronteras sur y norte, a cambio de que Estados Unidos no impusiera aranceles al acero mexicano:
“Entró y se ríe de mí cuando le digo: ‘Necesitamos 28 mil soldados en la frontera, gratis’. Me miró y me dijo algo como ‘¿Desplegar soldados, gratis?’ ‘¿Por qué haríamos eso en México?’ Le dije: ‘necesitamos algo llamado ‘Quédate en México’”.
“Entonces él me miró y me dijo: ‘¡Señor: será un honor tener 28 mil soldados en la frontera! ¡Será un honor tener ‘Quédate en el Maldito México’! ¡Queremos tener ‘Quédate en México!’”.
Y ¿qué le responde Ebrard a Trump? Pues, básicamente aceptando que fue cierto, por mucho que quiera negarlo, pues dice que Trump quería que México aceptara ser el tercer país seguro, y México no firmó ningún tratado para ser un tercer país seguro.
Habría que ver si México firmó algo, pero lo que sí fue un hecho es que México funcionó como el tercer país seguro que quería Trump, con un programa que Estados Unidos le llamó Protocolos de Protección al Migrante, hasta que Biden lo eliminó hace poco.
Al quedar obligado a recibir a quienes echaba Trump, México se convirtió el tercer país con más solicitantes de asilo en el mundo (131 mil 400, sólo en 2021), detrás de Estados Unidos y Alemania, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados.
Es pueril la respuesta de Ebrard a Trump: “Ser tercer país seguro es un tratado y no hubo tratado. Llegamos a un consenso en el Senado de la República”. Qué tratado ni ocho cuartos. Tratado o no, lo cierto es que recibió a miles y miles de echados por Trump.
Trump los traicionó. Y lo que falta.
Entre populistas se pagan con la misma moneda.