Irasema Andrés Dagnini.
Bancos de inversión y organismos internacionales consideran la posibilidad de que el mundo enfrente una recesión en 2023 bajo la presión de diferentes factores, siendo uno de ellos y el más importante: el alza de precios de bienes y servicios y los efectos de una política monetaria restrictiva.
La inflación se ha convertido en un serio problema para el mundo ya que por si sola debilita el consumo y las herramientas para contrarrestarla encarecen el crédito, fundamental para el crecimiento de la industria, quienes generan empleo. Es aquí donde uno se pregunta si las políticas públicas estas bien dirigidas.
Si bien no se puede adivinar cual será la magnitud del alza de precios en el futuro, los ajustes en las tasas de interés de referencia de los bancos centrales tienen efectos directos y positivos sobre la inflación, aunque no inmediatos. Pero ese movimiento de tasas, si es al alza, puede frenar el crecimiento, como se prevé ahora, y es aquí donde la política fiscal debe buscar suavizar los efectos sobre la población.
Esta semana la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tendrá reunión de política monetaria y se espera que anuncie un incremento en 75 puntos base, lo cual ubicará la tasa de referencia en 2.50%, un dato muy importante para el camino de esta economía en los próximos meses. Si la Fed no nos sorprende, se esperaría que el Banco de México también anuncie un alza de 75 puntos bases sobre la Tasa Objetivo el 11 de agosto, que también dará señales del camino de la economía nacional.
Otros datos relevantes para la semana, son los indicadores de producción para México y Estados Unidos correspondientes al segundo trimestre del año; estimado en un crecimiento de 0.4% para el periodo en Estados Unidos y de 0.8% para el PIB trimestral de México. Por lo pronto se espera que el PIB de Estados Unidos y México crezcan en este año 2.2% y 2.0%, respectivamente; un dato que por lo menos para nuestro país representa que el valor de la producción sigue por debajo de niveles prepandemia.
Y pese a que en 2022 aún veremos cifras positivas, algunos bancos de inversión advierten que existe una posibilidad de 50% de que un gran número de países en el mundo entren en un periodo de recesión en 2023.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) agrega a la serie de crisis que hemos vivido en dos años (de salud, económica, en la cadena de suministros, en alimentos), la posibilidad de que se desencadene una crisis global de energía, derivado de la disrupción al suministro de gas a Europa, que podría empujar a muchas economías a la recesión.
El futuro es incierto y lo que debemos hacer, usted y yo, en este momento y por el tiempo que las tasas de interés sigan subiendo es invertir en renta fija, sean bonos de gobierno o fondos de inversión, una buena señal será cuando Ucrania y Rusia alcancen un acuerdo de paz.
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