Por primera vez desde su detección en humanos en 1970, la viruela del mono se ha propagado fuera de África. Al día de hoy suman 16 mil casos (cinco de ellos mortales) en 75 países, muchos de ellos en Europa.
Ante la rápida propagación, este sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud internacional por el actual brote de viruela símica.
¿Cómo evitar el contagio?
Su forma de contagio, refiere la OMS, se da “siempre bajo un estrecho contacto”.
“La gente que ha mantenido una interacción cercana con alguien afectado presenta más riesgo de contagio. Esta población incluye a trabajadores sanitarios, miembros de una familia o compañeros sexuales”, indica la OMS.
Las personas que tienen la enfermedad son contagiosas mientras tienen síntomas (normalmente entre las primeras dos y cuatro semanas).
Las erupciones, los fluidos corporales (como fluidos, pus o sangre de lesiones en la piel) y las costras son particularmente infecciosos.
El contacto con objetos que han estado en contacto con la persona infectada como la ropa, ropa de cama, toallas u objetos como utensilios para comer, también pueden representar un foco de infección.
Pueden resultar también infecciosas las úlceras, lesiones o llagas y la saliva. Por lo tanto, habrá un alto riesgo de infección si se convive con personas contagiadas en casa o si lo hacen con parejas sexuales.
El virus puede además transmitirse de una mujer embarazada al feto a través de la placenta, o mediante el contacto de un padre infectado con el niño durante o después del parto a través del contacto de piel con piel.
Sin embargo, no está claro si las personas que son asintomáticas pueden transmitir la enfermedad.
Es probable que las personas que fueron vacunadas contra la viruela tengan cierta protección contra la infección. En 1980 la viruela se convirtió en la primera enfermedad humana en ser erradicada, por lo que se detuvo la vacunación contra esta enfermedad.
Pueden sufrir síntomas más graves y de mayor riesgo de muerte los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias subyacentes.
Se debe llevar una máscara médica cuando esté físicamente cerca de algún enfermo, especialmente si tosen o tienen lesiones en la boca y usar guantes desechables.
Aconseja también lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol, especialmente después de haber entrado en contacto con la persona infectada, o con artículos que haya usado.
Lavar la ropa, toallas y sábanas de la persona contagiada y los utensilios para comer con agua tibia y detergente. Limpiar y desinfectar cualquier superficie contaminada y eliminar los desechos contaminados de manera adecuada.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas son similares a los de una viruela, pero tiene una menor gravedad, transmisibilidad y mortalidad, duran de 14 a 21 días y generalmente se presenta fiebre, escalofríos e inflamación de ganglios linfáticos, pero lo que más complica la enfermedad son las lesiones cutáneas que produce en la cara y en las manos.
Actualmente no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que se recomiendan medidas como la hidratación y medicamentos para la fiebre o antivirales en casos graves.