México.- Con el objetivo de diagnosticar el nivel de rezago educativo en el que se encuentran niñas y niños de educación primaria de Nuevo León, la diputada federal Marcela Guerra Castillo solicitó a la Secretaría de Educación de esa entidad realice evaluaciones por grado e individuales, así como implementar un plan estratégico para mitigar dicho atraso y el abandono escolar de las y los estudiantes de nivel de educación básica.
La vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados expuso a través de un punto de acuerdo presentado ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que como lo señala la UNICEF, la pandemia de Covid-19 ha agravado la crisis de la atención y la educación, ya que los comportamientos regresivos en niñas y niños se están volviendo cada vez más frecuentes en ciertas habilidades que antes dominaban, por ejemplo, ir al baño, dormir, o las dificultades a la hora de controlar los sentimientos de ira, tristeza y ansiedad, debido a la interrupción de clases, los juegos con amigos y otras rutinas importantes.
En un comunicado indicó que, en específico, el sector educativo presentó retrocesos en el desarrollo de las y los niños, adolescentes y estudiantes en general, un sector que incluso antes de la pandemia presentaba deficiencias de aprendizaje. El Banco Mundial refería en su índice de pobreza de aprendizaje que 5 de cada 10 niñas y niños en la edad de 10 años en Latinoamérica, no podían leer un texto corto, algo que resulta muy preocupante.
Por su parte, el Centro de Investigación de Política Pública del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), refiere que según datos del Banco Mundial, en México se perdieron en promedio aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad. El mismo centro expone que, de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “al menos 628 mil jóvenes latinoamericanos entre 6 y 17 años han interrumpido sus estudios debido a la crisis económica derivada de la pandemia. Una disminución de esta magnitud significa un retroceso de 13 años en el nivel de asistencia escolar”.
“Estos datos evidencian la importancia de atender este rezago, que también puede entenderse como una crisis educativa, dado que, un menor aprendizaje puede derivar en trabajadores menos capacitados y con menos habilidades específicas, lo cual podría reducir sus ingresos hasta en 8 por ciento anual, debido al menor acceso a empleos bien remunerados”, planteó.
La legisladora federal de Nuevo León resaltó que su estado se ha caracterizado siempre por ser un referente nacional en materia educativa con niveles que sobresalen del promedio, tiene muchas de las mejores instituciones educativas, tanto públicas como privadas y, en consecuencia, “contamos con los empleos mejor remunerados, aportando la mayor parte del Producto Interno Bruto a la Federación”.
De acuerdo al INEGI, en 2020, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más en Nuevo León es de 10.7, lo que equivale a casi segundo año de bachillerato. El 95 por ciento de las niñas y niños de 6 a 14 años de edad asisten a la escuela, en tanto que a nivel nacional la asistencia es de 94 por ciento.
México Evalúa informa que esta entidad tiene 1.6 millones de estudiantes y 81 mil docentes, sin embargo, “la operación del inicio de clases se complejizó teniendo en cuenta que se dio en medio de un proceso de transición de gobierno con visiones enfrentadas del proceso de regreso y en un momento complejo de las tasas de contagio”.
Por último, la diputada priista hizo hincapié en que se deben realizar las acciones, planes y programas necesarios para contrarrestar las afectaciones ocasionadas por la pandemia y, de esta forma, trabajar eficientemente por el derecho a la educación de todas y todos.
Con información de la Cámara de Diputados