Raúl Flores Martínez.
Es un hecho palpable que dentro de la Fiscalía de Nuevo León, no se tiene una dirección, ni mucho menos una directriz para aclarar los crímenes que se dan en el estado, una prueba de ello, son las largas, muy largas investigaciones que realizan con la finalidad de aclarar la muerte de Debanhi Escobar.
Esta chica de 18 años, desapareció la madrugada del 9 de abril y fue hallada hasta la noche del 21 de abril en una cisterna en desuso del motel Nueva Castilla, en Escobedo. Los restos de Debanhi fueron exhumados el 1 de julio para realizar el tercer estudio.
Estos estudios determinaron lo que hemos dicho desde la cobertura que realizamos en Monterrey, la joven fue asesinada, algo que al principio no nos creían. Meses después y con ayuda del Gobierno Federal y del Instituto de Ciencias Forenses de la Ciudad de México, se puedo determinar que la joven tenía de tres a cinco días de fallecida cuando fue hallada, y la causa oficial de muerte es asfixia por sofocación de orificios respiratorios, con lo que se descarta que haya sido asfixia por sumersión.
Esto refuerza la teoría del feminicidio, pero también deja más que en evidencia que los funcionarios de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, trataron por todos los medios de ocultar un homicidio a través de la teoría del suicidio.
Esa teoría que paso del suicidio al ahogamiento y una serie de marañas judiciales que dejaron mal parados a todos los funcionarios e investigadores de Nuevo León; aquí debe de surgir una pregunta ¿Esos funcionarios están en la cárcel?
Los encargados de llevar las investigaciones del caso Debanhi, solo fueron separados de sus cargos, quizá lo han puesto en otras oficinas, pero nunca se les generó o se les interpuso un proceso legal por todas las irregularidades que se han dado en estas investigaciones.
Cuántas Debanhi hay en México, cuántas víctimas han dejado de tener justicia por las malas investigaciones que se realizan en este país. La mayoría se enfocan en los resultados que son por demás importantes en las investigaciones, pero también deberíamos enfocarnos en los castigos de aquellos funcionarios que no hacen bien su trabajo.
Esos funcionarios que por flojera siempre le dicen a los familiares de las víctimas, qué se fue por decisión propia, que se fue con el novio o con los amigos, quienes castigan a esos ministerios públicos que siguen cobrando su salario, cómo sin nada pasada.
Debanhi escobar murió por asfixia por sofocación de orificios respiratorios, de acuerdo con los expertos, puedo ser por que le taparon la boca y nariz con un trapo para evitar que gritara y murió de tres a cinco días antes de encontrar su cuerpo, dónde estuvo o con quién estuvo los días anteriores, algo que nadie sabe, ni lo darán a conocer.
Estamos en el preámbulo de un homicidio sin resolver o en su defecto de detener a chivos expiatorios para que la sociedad ávida de justicia, se calme y se olvide del caso.