EEUU.- El futuro de las entregas de ayuda humanitaria desde Turquía al último bastión opositor del noroeste de Siria quedó hoy en el aire, después de que Rusia vetara en el Consejo de Seguridad de la ONU su renovación por otros doce meses.
De la asistencia que entra por el cruce fronterizo de Bab al Hawa, bajo supervisión de Naciones Unidas, dependen más de 4 millones de personas en la provincia de Idlib y zonas cercanas, que pueden ahora perder su acceso a productos básicos como comida y medicamentos.
EFE
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